Ayer vi 21 gramos, la película de Alejandro González Iñárritu, el realizador mexicano –lo escribo con x porque a los mexicanos no les gusta con j- que en pocas películas, como Babel o Amores Perros, se ha convertido en uno de los grandes realizadores de este siglo. 21 gramos tiene once años y no la había visto hasta el momento. Me impactó tanto que me puse a pensar por qué se me había escapado, al igual que otras bastantes. Tengo un borrador de respuesta –me gusta esta expresión, justo en plena declaración de la renta-. Como no descargo –sí, soy de estos irreductibles- y como no veo la tele -llámame troglodita-, pues si no las veo cuando se estrenan, sólo me queda comprar el DVD. Y el DVD de 21 gramos llevaba durmiendo en casa a la espera de un descuido mío. Digo descuido porque de saber lo que me esperaba, igual no la veía. Esta película es lo más parecido a recibir una patada en el estómago y, por si acaso te queda algo de respiración, un puñetazo en la garganta, justo en la nuez. No doy con las palabras, algo así como Maravillosamente Demoledora. ¿La vida misma?
Un buen rato después de haber apagado el televisor, en la oscuridad de la noche y muy a pesar mío –quería dormir en paz-, seguía tarareando uno de los temas de la película. La BSO la compuso quien se ha convertido casi en el músico oficial de las obras de González Iñarritu, el argentino Gustavo Santaolalla. No se respira alegría en las partituras. Negrura, tristeza, lentitud, nostalgia, tensión, todo esto. No hay lugar para las risas ni la ligereza. Pienso en especial en el tema When Our Wings Are Cut, Can We Still Fly, que se puede encontrar tanto en Babel como en 21 gramos, interpretada por el Kronos Quartet.
El Kronos Quartet de alguna forma me recuerda a Snarky Puppy –aquí un post sobre esta formación, para no perderte en mis elucubraciones-. Componen, tocan, interpretan, dan conciertos, un montón de ellos, pero ante todo quieren compartir y enseñar, dándole a su pasión un enorme valor pedagógico. Este cuarteto de cuerdas, lleva desde 1973 dando que hablar y colaborando con todo lo que el planeta tiene de inquietudes musicales. El creador de la formación se llama David Harrington. A fecha de hoy es el único miembro original, si bien en cuatro décadas ha sufrido poquísimos cambios. Está basada en San Francisco y se rige como una asociación, de la que los cuatro músicos y el equipo organizativo son empleados. Humildes empleados cuando podrían pretender a unos ingresos a la altura de las ventas de sus discos, las entradas a sus conciertos y las colaboraciones de mil tipos.
Después de cuarenta años on the road, on the teaching road podría decir, han publicado cincuenta álbumes, creado mas de 800 obras, dado miles de recitales y conciertos, colaborado con decenas de músicos y artistas, formado a miles de jóvenes. Yo me quito el sombrero, qué quieres que te diga. Lo más impactante es la lista de grupos o cantantes con los que han colaborado, en estudio o en concierto, de todos los géneros y estilos: Asha Bhosle (Bollywood), Dawn Upshaw (Soprano yankee), Café Tacvba, Taraf de Haïdouks (zíngaros), Rokia Traoré (cantante de Mali), Mogwai, Allen Ginsberg, Astor Piazzolla, El Modern Jazz Quartet, Tom Waits, David Bowie, Nelly Furtado, Joan Armatrading, Björk o Noam Chomsky. En su repertorio de toda la vida, cuentan encima con una versión de la enorme Purple Haze de Jimi Hendrix. La música necesita a este tipo de dedicación, pasión y compromiso con otros valores que las de muchas pop stars. Di que sí.
Cómo tú sacaste el tema del cine te comento que mi película favorita es Cronos, tiene más de 20 años así que no sé si la podrás conseguir, Federico Luppi expresa sentimientos sin palabras, con gestos, pero tan intensos! ¿es que ha hecho alguna película mala este hombre? NO. When our wings are cut, can we still fly? For sure, we can fly away…..
Y la versión de purple haze ….puede salir algo malo del color púrpura? No. Purple haze (the song and the cocktail, with cramberry or cassis or Chambord in a premium version…ummmmm!) , purple rain….purple: best color after black, and Jimmy Hendrix also loved it. Bueno, me fuí completamente del tema, me gustaron las 4 canciones. 😉
Pues no conozco esta película de la que hablas. Al gran Federico Luppi le recuerdo sobre todo por su papel de h… de la gran p… de mafioso en “Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto”, de Agustín Diaz Yanes, con la grandísima Victoria Abril. Nunca entenderé por qué se la ignora tanto aquí. En todo caso, para mi, posiblemente la mejor película española.
Por cierto, me tienes que dar la marca de tu café, parece que funciona bastante bien 🙂
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