Hace 35 años una podía hacerse llamar “Rubia” y no sacar discos con las pistas grabadas al revés. Eran otros tiempos, lo rubio molaba y no servía para explicar esas cosas dementes raras que le pasan a veces a algunas. Debbie Harry era rubia, y le fue bien.
Nació en 1945 en Miami –ya, calcula, podría ser tu madre-. Después de desempeñar diversos cargos de secretaria, camarera y Playboy Bunny, ya rozando los treinta –a una edad a la que la casi totalidad de los músicos de hoy se retiran para poder comer-, integró una banda llamada The Stilettos, en la que conoció a su futuro marido, el guitarrista Chris Stein. Poco después se separaron del resto del grupo y formaron, primero Angel and The Snake, y luego Blondie. El nombre lo eligieron después de escuchar a diario los camioneros neoyorquinos increparla por su melena. Hoy a estos les importa un pepino el color, con tal de que sea pelo de verdad.
Estamos en 1976, Blondie saca Blondie, primer álbum precedido del single “X-Offender”, una canción que llama la atención por su frescura. Suena moderno, y, digámoslo, alegre, surf, a lo Beach Boys. El tema “In the Flesh”, mucho más suavecito, es incluso todo un éxito en Australia. La banda se deja ver con regularidad en el CBGB de Nueva York, con Televisión y The Ramones. Un año más tarde sacan el segundo disco, Plastic Letters. La cosa empieza a ir en serio, se coloca rápidamente en los charts de medio mundo, aunque deben su éxito a una versión del tema Denis, que cantaba en 1963 el grupo Randy & The Rainbows. Sigue una primera gira por Inglaterra, en especial una actuación en el London’s Roundhouse, que les consagra como la primera banda New Wave yankee en imponerse en UK.
El año siguiente, sacan su tercer álbum y con creces el mejor. Parallel Lines es un icono de estos últimos años de los 70’s. De las doce canciones que contiene, se extraen seis singles, alcanzando cada uno los puestos más altos en los charts anglosajones. Hanging on The Telephone , One Way or Another, Picture This, Sunday Girl, I’m gonna Love You Too y sobre todo el tema que los consagra, Heart of Glass. El disco vende 20 millones de ejemplares, casi la mitad de los que el grupo consigue vender a lo largo de su carrera con nueve álbumes. Parallel Lines figura en el puesto #140 en la lista de los 500 mejores discos de todos los tiempos elaborada por la revista Rolling Stones, mientras que el New Musical Express lo sitúa en el #18 de su propia lista “Los 100 mejores discos de todos los tiempos”.
Parallel Lines no envejece, y la verdad es que a todos nos gustaría tener una madre así, aunque rubia.
Escucha entero Parallel Lines, de Blondie.
Pingback: Elastica – Elastica | Un día, un disco
Pingback: The Jolly Boys – Great Expectation | Un día, un disco
Pingback: The Ramones – Ramones | Un día, un disco
Pingback: Tom Petty & The Heartbreakers – Damn The Torpedoes | Un día, un disco
Pingback: Dum Dum Girls – Lost Boys And Girls Club | Un día, un disco.
Pingback: Jacno – Rectangle | Un día, un disco.
Pingback: The Modern Lovers – Roadrunner | Un día, un disco.
Pingback: Chic – Good Times | Un día, un disco.