“Al final de su vida, Whiney Shitehouse –algo así como La Llorona de la Casa de Mierda- se había convertido en una caricatura de sí misma. Vivió una verdadera vida, con una voz falsa”. Hay que tenerlos bien puestos para atreverse a hablar así de Amy Winehouse. En principio tal declaración me incendiaría y me desfogaría a gusto con el autor de semejante atropello al sentido común. Pero Geoff Garrow tiene suerte, me gusta Portishead.
Claro que tuvo que rectificar vía twitter, ante la avalancha de heces que le cayeron encima. Sólo me enteré hasta esta mañana pero como no sé usar twitter –hay una lectora que a menudo retuitea/retwittea mis posts, o cómo se escriba, y no le puedo dar las gracias, lo digo por si ella se reconoce: «oiga la luisita, gracias»-, tampoco le podría haber soltado cuatro cosas. Glory Shit Guy hubiera sido lo más lindo.
A Portishead se les intenta poner en vano en muchas reseñas como los creadores del trip hop y el famoso sonido de Bristol, como si hablar de Massive Attack ya no fuera tan guay. Pero aunque sea sólo viendo las fechas de estreno de sus primeros discos, no cuela. Massive Attack sacó Blue Lines en 91 y Protection en septiembre del 94, un mes antes que Dummy, el primer álbum de Beth Gibbons y Geoff Garrow.
Lo que sí es cierto es que Glory Box, el single más conocido de la banda, se ha convertido desde entonces en la piedra angular de un género venido de no se sabe dónde. Glorifiquemos a los ingleses por su capacidad sin límite a reinventar la música cada pocos años. Raros son los estilos –hablo de pop rock, con todo lo que engloba- que no procedan de UK. Menudos genios, aunque por otra cosa no será. Siempre me ha llamado la atención esta pre-disposición creativa comparada con su incapacidad crónica a cocinar y vestir dignamente.
Geoff Barrow había participado de lejos a la grabación de Blue Lines. Cuando conoció a Beth Gibbons –en las oficinas del INEM local- y escuchó su voz, decidió formar un dúo al que pronto asociaron el guitarrista Adrian Utley, que venía del jazz. Beth Gibbons ya había tenido una primera experiencia musical post granja familiar, con Orang, una banda formada por dos ex músicos de Talk Talk, en 1990. Hay que escuchar Herd of Instinct, interpretada por Beth Gibbons, para darse cuenta de que algo se estaba cocinando en la región, un plato precursor de la ola trip hop.
En 1994 publicaron Dummy. Aunque reacios a aparecer en los medios, el disco no tardó en cautivar a toda Inglaterra y los US, gracias al tema Glory Box, cumbre de esta particular mezcla de electro soul groove, lenta y melancólica. Siempre se ha hablado de que sampleaban un trocito de Ike’s Rap II, del inmenso Isaac Hayes, pero lo más llamativo es la línea de bajo, casi copiada del one hit wonder Daydream, de los belgas de Wallace Collection –uno de los grandes temas de mi niñez, casi se me olvida ponerlo en el blog, tocará en breve-.
El álbum vendió más de dos millones de ejemplares en el mundo, un hito que no se esperaban. Trataron de alejarse de la estampilla Trip Hop y sonido de Bristol, recordando a quienes les quería escuchar que los primeros en apostar por esta música eran los dueños de un sello londinense llamado Mo’Wax. Pero no pudieron hacer nada, Portishead era EL trip hop y EL sonido de Bristol, con Massive Attack y el cretino de Tricky. Dummy figura en el #419 de la lista de los 500 mejores álbumes de la historia de la revista Rolling Stones.
Tres años más tarde sacaron su segundo trabajo, Portishead, con una Beth Gibbons más sirena fantasma aún, desprendiendo tristeza y malestar existencial por doquier. Después de una pequeña escapada folk en solitario de la cantante, se volvieron a formar para publicar Third, en 2008, con un sonido renovado y una propuesta musical más radical y que rozaba lo experimental. Desde entonces siguen dando conciertos por toda Europa, a los que acude un fiel público con los dedos cruzados para que vuelvan a entrar en un estudio. Pero no corre ningún rumor de que vaya a ser así.
Hala, dominguero, sube el volumen y escucha Glory Box, es súper bonita. Luego ya sabes, zumito y a misa.