Casi se me olvidaba. Hacer el post, digo. Esta mañana –por ayer-, dediqué en encontrar un grupo para la entrada de hoy un tiempo que normalmente invierto en redactarla. Así que cuando acabé con las cosas que me dan de comer de verdad, no me acordaba que me quedaba todavía toda la tarea de escribir el post. Sí, esa tarea que me quita el apetito. ¿Quieres saber cuál es el modelo económico de este blog? Pregunta inútil, porque como siempre digo, ya que escribo yo, te aguantas y lees lo que hay.
Te explico. Es único. Tengo la suerte de tener una actividad económica que me da de comer, aunque sean bocadillos –lomo con queso, mi debilidad-. Luego tengo un blog que me quita el apetito. Así que, como al final no como y por ende me ahorro el dinero, me lo gasto pagando una cuota de almacenamiento de los mp3 que subo cada día para tu disfrute. Y hoy llegué al límite, estaba usando el 99% de los 20GB de espacio. Así que renové, cuarenta euros por 20GB adicionales. Pero sé que te hago súper feliz, así que estoy contento. Di que sí, que te mando 20.000 voltios vía el teclado.
Así es, un día Calimero total. Y eso que di con un grupo que es, cómo decirlo, de lo mejorcito que haya escuchado en mucho tiempo. Además estoy satisfecho, porque lo encontré yo solito, sin consultar las fuentes habituales ni los oráculos, qué grande eres Fiouck –ojo con esa risita tonta, que lo de los 20.000 voltios no es ninguna tontería-. Resulta que estaba navegando por ahí, bueno más que navegando, errando. Y de repente di con la foto de un músico y dije: este tiene pinta de hacer el rock que me gusta. Bingo.
Requete bingo. El tipo se llama Dan Boeckner. Vale que parece que todo el mundo le conocía menos yo, qué se le va a hacer. Luego recapacité cuando vi su biografía, resulta que es el ex guitarrista de Wolf Parade. Este grupo canadiense podía haber sido como Arcade Fire de no haber existido Arcade Fire. Mala suerte. Cuando tiran la toalla en 2011, conoce a Britt Daniel, cantante y guitarrista de Spoon, banda de rock de Texas, que le propone montar un nuevo grupo en paralelo a Spoon.
Así es como crean Divine Fits, con Sam Brown, batería de New Bomb Trucks, un grupo punk rock de Ohio, y Alex Fischel, ministro de educación de Lituania –na, eso no es cierto, sólo que no sé quien es el tal Fischel-. En 2012, sacan su primer y único álbum de estudio, A Thing Called Divine Fits. Y fucking wow, es brillantísimo. Es rock simple, que a veces coquetea con la electro, otras veces con la épica de Arcade Fire. Suena a un montón de cosas y recuerdos buenos, como The Cars, Neil Hannon, Gary Numan.
De este disco, Rolling Stones dijo –la revista, no la pandilla de amiguetes del imserso-, “Divine Fits es de estos pocos súper grupos que es mucho más que la suma de sus partes”. Mira, esta es la diferencia entre uno que cobra por escribir y otro que paga, está genialmente bien pensado y dicho. Completamente de acuerdo. Me he pedido el vinilo.
Y fíjate si estás de suerte, para celebrar mis 20GB impolutos, te he subido todas las canciones del álbum, menos una, llamada Shivers, que no sé por qué me da problemas. Empieza por My Love Is Real, luego encadena con Would that not be Nice, y luego mira las que quieras, que son todas geniales. Good Fiouck, dí que sí…
Los 40 pavos mejor gastados. You are good, fiouck!😇😆👏👏👏
Lo dices por no recibir los 20.000 voltios! 🙂
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