Florence Welch era todavía una moza cuando sacó su primer single, pero desde el principio apuntaba alto. Compone temas lo suficientemente buenos y originales como para gustar a un público indie, a la vez que lo suficientemente pop facilón y entretenido como para gustar al gran público. Y eso que es disléxica, insomne y sufre dismetría -se mueve sin medir bien el espacio y el tiempo, con cierta falta de coordinación, tal como se puede apreciar en su primer vídeo, Drumming Song, en el que sus admirables piernas parecen tener vida propia-. Es pelirroja de verdad –menuda melena de fuego-, bella a ratos, un poco torturada narcisista. Un cocktail con los ingredientes justos para convertirse en dos discos en todo un fenómeno respetado y una pieza indie pop incuestionable.

Nieta de un ex DG de The Daily Telegraph, sobrina de un escritor satírico inglés –pleonasmo-, hija y nieta de historiadoras del arte, vamos, de no ser por el padre, asqueroso publicista amante del rock, Florence sería algo así como profesora, o psicóloga, o yo qué sé, algo peor, ¿periodista? Su padre le enseñó el camino, explicándole metódicamente por qué tenía que escuchar The Ramones y no Green Day. Bien Sr. Welch, bien, estoy con usted.

También tuvo padrinos poderosos: la BBC con su programa BBC Introducing, que la llevó desde el principio de giras y conciertos en sitios señalados, y el New Musical Express, que le invitó nada más estrenarse su primer álbum a la Shockwave NME Awards Tour, otra gira donde hay que estar si quieres vender más discos que a tu madre y tu boyfriend.

Su disco de debut, Lungs, salió en 2009. Fue durante 5 semanas número 2 de las listas de ventas UK. Mala suerte, justo cuando se muere Michael Jackson, si no, se sentaba en el altar a la primera. El año siguiente ya se habían vendido más de 700.000 copias sólo en UK. Ganó un Brit Award, fue nominada a un Grammy 2011 y al Mercury Prize 2012. Suena como una bonita mezcla entre Kate Bush, Siouxie and The Banshees y PJ Harvey. Pop barroco, algo pomposo y sofisticado, con harpas y coros, a veces soul, otras más rock, es elegante e impecable, me gusta mucho. Que sí.

Escucha entero Lungs, de Florence And The Machine