Aphrodite’s Child – Rain And Tears

Grecia. Si digo Grecia, ¿qué me viene en mente? Lo primero, el queso Feta, indispensable si no quieres que tus ensaladas se mueran de aburrimiento. Luego el Ouzo, el chinchón de los dioses, que en algunos casos roza el 80% de grado alcohólico, perfecto para abrir apetito y como digestivo, también con la ensalada, el límite lo pone tu hígado. Los Monasterios de Meteora, el lugar de culto más inverosímil y bello del planeta. Los Tiempos Perdidos, de Aris Fakinos, posiblemente uno de los dos libros más hermosos y mágicos que he leído –el otro es El Mago, de John Fowles, que curiosamente transcurre en una isla griega-. Y Aphrodite’s Child, el grupo de rock psicodélico y progresivo que nadie se esperaba.

En 1967, Evangelos Odysseas Papathanassiou –Vangelis– y Artémios Ventouris Roussos –Demis Roussos– son dos músicos con cierta popularidad en su país, el primero como miembro de The Formynx, el segundo como bajista y cantante de The Idols. Cuando se conocen y forman una nueva banda, con la incorporación de Loukas Souderas y Anargyros Koulouris –menudo rompecabezas estos nombres, seguro que ni sus madres saben con certeza quien es su retoño-, es con la intención de despegar y cosechar el éxito. Pero aquel año irrumpe otro personaje con apellido imposible, Geórgios Papadópoulos, con más ganas de protagonismo aún. Es coronel del ejército y el 21 de abril, con la ayuda de algunos descerebrados de mismo rango, se hace con el país. Las dictaduras no son muy amigas de los intelectuales y artistas en general, así que el grupo decide marcharse a Inglaterra para intentarlo.

Rain and Tears

Pero cuando tratan de embarcar para UK desde la costa francesa, las aduanas inglesas les impiden el paso, aduciendo falta de visado, aunque las malas lenguas opinan que en aquella época, estando Francia socialmente hirviendo, Inglaterra no quería más alborotadores en sus tierras. Con su pinta de hippies barbudos, nadie se creería que los cuatro músicos pudieran levantar adoquines e incendiar lecheras. Inesperadamente bloqueados en la frontera, deciden quedarse en Francia, sobreviviendo con sus pocos ahorros. Enseguida se dirigen a las discográficas, en especial Phonogram –hoy este sello se encuentra en el imperio Vivendi Universal-, que les hace firmar un contrato de seis años como Aphrodite’s Child. Como no venían con las manos vacías, el último día antes de la huelga general en Francia, terminan de grabar su primer álbum, End of The World, que contiene el mega hit Rain And Tears. Yo, aunque mu chiquitín, recuerdo perfectamente la canción, estuvo en todas las radios –iba a decir “y teles”, pero en 1968 Francia sólo contaba con una cadena, qué cómodo en tiempo de crisis…-, y estuvo encabezando las listas de ventas de bastantes países europeos. La letra de la canción fue escrita por un joven Boris Bergman, de origen ruso, que años más tarde se hará muy famoso por ser el autor de las mejores canciones de la gran estrella rock francesa, Bashung, fallecido en 2009. En Youtube se puede ver un vídeo espantoso de Rain And Tears, en el que los tres miembros han optado por un look Ringo Star, menos Demis Roussos que ya iba camino del quintal.

El año siguiente publican el segundo álbum, It’s Five O’Clock, del que se extrae el single homónimo, que les consagra como súper estrellas pop. El éxito les obliga a estar continuamente de gira por Europa, cosa que no gusta nada a Vangelis, que obtiene del grupo ser sustituido en concierto en alguna ocasión por otro músico, Lakis Vlavianos. En paralelo, la discográfica pide cada vez más canciones pop parecidas, quiere aprovechar el filón. Pero Vangelis no lo ve así, él quiere investigar sonidos experimentales, conceptos musicales, como Brian Wilson al otro lado del atlántico. Empieza a componer su obra más ambiciosa, basada en el Apocalipsis según San Juan sacada del nuevo testamento. Dos años de trabajo para el disco más famoso de la banda. Un doble disco llamado 666, el nombre de la bestia, que se publica el mismo día que la comedia musical Jesus Christ Superstar. A pesar de la osadía del proyecto, conoce un gran éxito de ventas. En la cara 1 del disco 2, se encuentra la canción Infinity, interpretada por una invitada de honor, Irene Papas, la gran actriz griega, también auto expulsada de su país. Más de 5 minutos de percusiones hipnóticas con la voz de Irene Papas pronunciando en un interminable bucle orgásmico la frase “I was, I am, I am to come”. Este tema hará que el disco estuviera prohibido en algunos países europeos, como España.

Este disco será el último de Aphrodite’s Child, que se disolvió en 1972. Posteriormente Vangelis y Demis Roussos colaborarán, en especial en la mítica BSO de Blade Runner.

 

 

Escucha los temas más conocidos de Aphrodite’s Child

3 comentarios en “Aphrodite’s Child – Rain And Tears

  1. Pingback: Vangelis – Blade Runner | Un día, un disco.

  2. excelente música. no parece de los sesentas. lo cual nos dice de lo adelantados a su época. claro que no existían los instrumentos de los 70’s (sintetizadores y demás), pero se veíaloqueestaba por venir con el gran VANGELIS.

    • reunía mucho talento y creatividad, sorprendente para ser de Grecia (no lo digo con sorna, sólo que es la única vez que este país nos dio algo bueno para escuchar).
      o alguien tiene constancia de algo más?

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