Cuando era un crío, la parrilla de programación de los dos canales de TV que había en Francia se detenía a las 23h. Por ahí. Algo inconcebible hoy, pero en aquella época, ninguna cabeza pensante de la tele podía imaginarse que podía existir un público insomne o simplemente trabajadores nocturnos, a los que les hubiera venido bien aunque fuera una mala película seudo erótica como en el canal 8 de la TDT. A las 23h te ponían un instrumental insufrible, con el que te entraba el sueño de inmediato. Y… a dodo.
Hoy todas las cadenas emiten 24/24. Con lo cual a Lee Bannon le va a costar colocar su música. ¿Música? Lee Bannon tendrá una definición un poco alejada de la mía. No es que sea desagradable escuchar su segundo y último álbum, Pattern Of Excel, pero me suena más bien –un pequeño soplamoco no le hace daño a nadie- a producción sonora para reportajes a cámara lenta sobre majestuosas ballenas dando a luz diminutos cachorros de cuatro toneladas.
Lee Bannon es el nuevo adalid de la música electrónica made in america. Como lo fueron antes Brian Eno o Aphex Twins en Inglaterra. Música desestructurada y sin ritmo, como mucho falsos ritmos si dejamos de lado el tema Inflatable. Nunca sabes lo que va a sonar en el segundo siguiente. Extraña, hermética, onírica, algo claustrofóbica, escuchar la producción de Lee Bannon es meterse en un mundo donde todo es digital y conceptual.
Lo que no hace tanto hubiera costado sudor y lagrimas de cincuenta músicos, hoy Lee Bannon lo produce desde una pantalla táctil, triturando botones 3D y mezclando miles de pistas, vorágine de sonidos, collage despojado de cualquier idea preconcebida ni objetivo claro. Pero curiosamente, funciona. El resultado es desconcertante, como lo era la música vanguardista de los 50 ó 60, pero no carente de belleza.
Su propósito no es invitarte a la contemplación y la meditación, lo suyo es introspección personal y a ver si en Kazajístan hay teles que cierran por la noche. El tipo es un culo inquieto de la música. Vive del rap –es productor de Joey Bada$$, nuevo ojito derecho del gremio hip hopero US- y del Hardcore punk –trabaja con Trash Talk, forofos del Powerviolence-, pero cuando le dejan sus menesteres de manager, como artista ecléctico que es, se dedica a concebir música de otros tiempos, los que vienen. Hay reminiscencias trip hop, pero allí, allá –no, no mires mi dedo, lelo-, muy a lo lejos. En otra dimensión.
Hey, vuelve a la tierra, sube el volumen, luego ya sabes, zumito y a misa.
No está mal, se deja escuchar. Me la pondré estos días de fondo 😉
¿Vas a nadar con las ballenas?
Jajaja
A disfrutar de la calma. Nadaré entre sirenas… con un único lema: el peace and love 🙂
Cuidado con el canto de las sirenas, poderoso es…
jajaja, me habla Yoda?
Na, cuentitis