¿Nana Mouskouri? Yaaaaaa, ¿y qué? Es mi blog, publico lo que quiero, te aguantas. Realmente es un encargo trampa de mi hermana, quiere que la maltrate. Quiero decir, que maltrate a la griega, no a mi hermana, que la quiero mucho, además viene a verme a final de mes y si quiero que limpie las ventanas, ya sabes. Así que hoy viernes 24 de julio, post #898 dedicado a una de las más grandes estrellas de esta música universal que tanto me chirria.

Digo universal porque me acabo de enterar de que en España también se tuvo que soportar sus canciones ñoñas, sobre todo en los 80s, cuando José Luis Moreno no paraba de invitarla a sus programas televisivos. Y yo que pensaba que, a pesar de su nacionalidad griega, había hecho toda su carrera en Francia. Craso error, cantó en tropecientosmil lenguas, más que C3P0 seguro.

Es que hubo una época, más bien durante los 70’s, en la que salía tanto tiempo en la tele que hasta a Hugo Chávez le hubiera parecido sospechoso. Recuerdo perfectamente que cada vez que aparecía en el televisor, en casa se escuchaban dos reacciones: “el fucking hell que la parió, ella nooooo” de los cuatro hijos que erámos y “vaya, otra vez Nana” de mis padres. Como todavía no existía el mando, uno tenía que levantar el trasero –normalmente me tocaba a mi, no mola eso de ser el pequeño- a ver qué echaban en los otros dos canales –probablemente Sacha Distel o Claude François, porca miseria-.

Hoy Nana Mouskouri tiene 80 años. Ochenta, golpe bajo, cómo vuela el tiempo. En las fotos más recientes, apenas ha cambiado. Mismo corte de pelo, tez blanca y sus legendarias gafas rectangulares. Y viendo más fotos de hace décadas, me doy cuenta de que habrá provocado muchas fantasías eróticas: de día con aires de secretaria austera, con falda estricta escondiendo ligueros y ropa interior sugestiva, de noche mono de latex con cremalleras, látigo y tacones de aguja. Qué va, a mi no me pone.

Y qué carrerón, es alucinante. Se estima que en cincuenta años ha vendido más de tres cientos millones de discos en todo el planeta. ¡¡ 300 !!. Lo cual la coloca en la #1 del ranking de las artistas femeninas más fructíferas de la historia de la música popular –nunca mejor dicho-. Grabó alrededor de 1.550 canciones publicadas en cientos de álbumes y obtuvo más de 300 discos de oro, diamante y platino. En Francia la condecoraron con la Légion d’Honneur en 2006, aunque hay que relativizar el reconocimiento, hoy se lo dan a cualquiera. ¿A Fiouck se la darán el día del post #1.000? Un bonito tomate raf de metal dorado, molaría en mi camiseta de los Stooges.

Cuando puso un punto final a su carrera, lo hizo organizando una gira mundial que duró tres años, desde principios de 2005 hasta el 24 de julio de 2008, en un memorable concierto multitudinario en Atenas, con standing ovation de esas que terminas con los brazos anquilosados y las manos doloridas. Nana Mouskouri, la griega más conocida desde Platón. Ni Tsipras, ni Papandreu, ni Demis Roussos ni leches, Nana Mouskouri.

Hoy vive retirada en Suiza. Forma parte de la lista de los 200 residentes extranjeros con mayor fortuna, estimada en su caso en cerca de 200 millones de euros. No me cuadran los números, 300 millones de discos vendidos deberían de suponer más dinero, sobre todo teniendo en cuenta de que nunca ha cambiado de gafas. Ay Nana Nana Nana, ¿tan caro cuestan los monos de latex?

Volviendo a mi fucking hell relación con esta cantante, la canción con la que se inmortalizó en Francia fue sin duda Guantanamera. Hasta en la sopa nos la sirvió. El tema es cubano, fue compuesto en 1928 por un tal Joseíto Fernández, aunque ciertos historiadores de la música dudan de la buena fe de este presentador radiofónico de La Habana y la sitúan originalmente en Andalucía en el siglo dieciocho. Es la canción cubana más internacionalmente conocida y todos los años salen nuevas versiones de artistas del mundo entero. Aunque ninguna como las de Nana Mouskouri. Te la dejo en español y en francés, verás que varían mucho. Además en francés pronuncia la r final como si hubiera dos. Ja.