Tengo un amigo desde hace tiempos inmemoriales –realmente desde el 24 de marzo, fecha en la que comentó por primera vez una entrada del blog, pero el tiempo del Tomate cretino no transcurre a la misma velocidad-, se ha marcado como reto casi tan absurdo como el mío el leer todas las entradas por orden cronológico –va por enero de 2014, anda que no le quedan- y de paso alimentar una playlist Spotify extrayendo una de las canciones de cada post.
Desde Anarchy in the UK hasta la de la última reseña leída, de momento van 317 temas. Y así seguirá hasta el #1.000, previsto para el tres de noviembre de este año. Está feliz, dice que cada vez que la enchufa, no deja de ser una caja de sorpresas, una mezcla curiosa de muchos estilos y épocas. Se saca el sombrero ante mi empeño –cierto, un cumplido, ¿y qué?-. Cree que en junio estará al día y ya sólo le quedará acompañarme hasta mi último soplo musical.
Este señor será de mi quinta, porque utiliza unas expresiones propias de los cincuentones de vuelta de todo –musicalmente hablando-. Por ejemplo, dice: “Gracias por no tener prejuicios para poner cualquier estilo”. Eso de joven, ni se te ocurre decirlo. Te haces seguidor de un género, o dos como mucho, y cualquier cosa fuera de ellos te chirría los oídos. Tampoco te planteas probar sabores diferentes, te gusta el badam badam, odias el bum bum y viceversa cambiando las vocales. Pero con la edad te ablandas…
La playlist la puedes escuchar aquí. Eso sí, requiere tener Spotify instalado. Yo ya le advertí de que no soy usuario de los suecos verdes, ni tampoco de Deezer, ni de ninguna plataforma de streaming, quitando Youtube. Uno tiene sus motivos. Algún día tal vez lo cuento, aunque no te esperes algo a lo John Le Carré.
Lo que sí comenta es que ya le ha fallado la plataforma en alguna ocasión, por no disponer en su catálogo de algunos grupos o artistas. Mal, mumal. Ya sabemos que hay algunos grandes ausentes en estos servicios como AC/DC, Peter Gabriel, King Crimson y los cuatro sosos de siempre, que se niegan a estar. Pero luego hay desaparecidos en combate que a mi me duelen.
Your Master is Calling, de los alemanes Pink Turns Blue. Por dios esta canción, rock épico a más no poder, cerca de ocho minutos grandiosos. Y Welcome to the Boomtown, del dúo californiano David & David, hermoso tema agridulce que retrata el malestar yankee que afloró con los primeros años del mandato de Reagan. Ni tampoco Infinite, de Eminem, ni Hard Rock from The Middle East, el tema árabo rock de una banda US sesentera llamada Devil’s Anvil. Y qué decir de Help, de Yargo, una canción electrobeat diez años adelantada a su tiempo. Ays Spotify, menos mal que Youtube puede contar con la aportación de sus usuarios.
Así que te dejo de nuevo con todas ellas, para tu deleite. Bueno vale, para el mío.
Ah, el dueño de la playlist en Spotify se llama Pere. Simpatiquísmo.
Oh, wow!
No me esperaba este post la verdad, aunque ya me adelantaste algo; casi mejor, por que si no, no me entero hasta que llegue a esta entrada, dentro de un par de meses.
Gracias por la referencia, la lista de Spotify la hago para mi y también para quien le pueda interesar, por eso la he hecho abierta, pero la intención no es recoger suscripciones ni seguidores, sino recoger un criterio que me parece bastante coherente en una sola lista. Por otro lado, mucho menos trabajo del que te has buscado tú, eso está claro.
A ver si un dia coincidimos y los dos primeros gintos de fevertree corren de mi cuenta.
Por cierto, todavía no llego a cincuentón, estoy en los 45.
Ah vale, eres un yogurin 🙂
Cuenta con ello, celebraremos el #1.000 como dios manda!