Cuando toca sentarme a hacer el post de cada día –suena litúrgico ¿verdad?-, a veces no tengo de verdad NADA de inspiración. El problema es el reto de llegar a 1.000 días. No he hecho el cálculo, pero estaremos posiblemente en 2016, me parece a años luz, y viendo todos los buenos grupos que ya he puesto en estos primeros 255, me da pavor no tener suficiente material como para llegar a 1.000. Así que trato de dosificar, y descarto artistas demasiado obvios y “fáciles”, para periodos de sequía. Y me apunto sugerencias que me hacen, para el “futuro”, como un pequeño tesoro. Suelo dar las gracias, incluso. Te cuento todo esto y tú tan pancho durmiendo, claro, es domingo. Te voy a despertar, que ya está bien.
Con una canción culta de verdad. Ni yo me acordaba, hasta hablar esta tarde con un amigo de infancia. Me los hizo descubrir él, hace, mff, veinticinco años. Les vimos en concierto en 1987, en Rennes, en uno de los festivales rock/electro/indie/pop del país vecino más longevo y notorio, de estos que gozan de una imagen de precursores, el Festival Rencontres Trans Musicales, tres días de diciembre musicalmente punteros que se repiten cada año, desde 1979. Un festival donde tocaron por primera vez en Francia artistas como Björk, Ben Harper y Lenny Kravitz, y en el que se dieron a conocer Daft Punk, Amadou & Mariam, Justice, etc Normalmente es pasaporte hacia la gloria. En algunos casos, el grupo tropieza y cae en la mazmorra. Eso le pasó a Yargo. Cuando te gusta una banda, no entiendes cómo le puede pasar esto, aunque tardes un cuarto de siglo en preguntarte.
Venían con la mejor carta de recomendación posible: Manchester. En los ochenta, a los que venían de esta ciudad se les sacaba la alfombra roja. Muchas veces representaban ya no lo más nuevo en música, sino el camino que todos iban a seguir posteriormente. Lo que tú escuchabas un día, ellos ya ni se acordaban y ya estaban con alguna tendencia o estilo nuevo. Y así pintaba Yargo. Con su primer álbum Bodybeat, marcaban un nuevo camino de fusión de muchos estilos, rock, electro, funk, reggae, blues y jazz. Hay una wiki en inglés, que da los nombres de los miembros –sobre todo el cantante, Basil Clarke, al que una vez un ingenuo le comparó con Marvin Gaye, no nos pasemos eh?-, los nombres de los dos álbumes que sacaron, y poco más. Y fuera de esto, cero patato como me gusta decir. Un blog por ahí, que cuenta más o menos las mismas cosas que yo –sin mi gracia natural eso sí, juas-.
A mi qué quieres que te diga, caer en el olvido de esta forma cuando miles de personas han bailado tan felices al son de Help, me pone triste.
Venga, dale a play, sube el volumen –importante esto de subir el volumen-, luego zumito y a misa.
Escucha Help, de Yargo
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