Boston – Boston

Hay una etapa de la adolescencia en la que vas a todas partes arrastrando pies y alma por ser incapaz de decidir qué maldita carrera vas a elegir. No es que te preocupe tu futuro –te parece mucho más importante la notoria falta de interés de la nueva vecina por tu persona-, es solo que te gustaría que tus angustiados padres dejaran de cargar esta presión encima de tus endebles hombros. A mi me pasó, pero lo resolví con toda la sabiduría de un Tomate espabilado: me puse el listón tan alto que no me quedó otra que pasar de estudiar ninguna carrera.

Dije: el MIT de Boston, o nada. [Chaval, si me lees, no me hagas caso, estudiar es hoy la única opción válida]. Es que me daban –y me siguen dando- mucha envidia estas mentes brillantes que salían de ahí. Me parecen de otro mundo. Luego están los extra terrestres, aquellos que entran en el MIT por la puerta de atrás, salen por la puerta grande tirando su birrete hacia las estrellas, y deciden que lo suyo va a ser el rock. Como Tom Scholz, guitarrista de Boston en Boston.

Ojo, para nada me parece un desperdicio, dímelo a mi que siempre he pensado que ser rockero es de los oficios más loables. Simplemente no es usual. Tom Scholz salió del MIT en 1970 con un Master’s Degree en Ingeniería Mecánica –no tengo la menor idea de lo que es ni para qué sirve, pero suena guay- y se incorporó a Polaroid Corporation como Ingeniero Diseñador de Producto –algo así, es que los yankees tienen esa facilidad irritante para inventarse cargos- y todo lo que ganaba lo invertía en montar su propio estudio de grabación.

Boston

Claro que con este cerebro, Tom Scholz no se podía conformar con tocar. Tenía que hacerlo con instrumentos y aparatos innovadores que él mismo concebía. Desde los primeros años, se rodeó de Brad Delp, el cantante al que posteriormente se le conoció como The Man With The Golden Voice, Jim Masdea, batería y Barry Goudreau, guitarrista. En 1973 formaron el grupo Mother’s Milk –Mi madre es la leche-, pero se separaron el año siguiente.

En los siguientes meses, casi los mismos músicos grabaron las primeras demos de la práctica totalidad de las canciones que se publicarían en su primer álbum como Boston. Scholz no dejó que nadie pusiera sus sucias manos en las grabaciones, quitando a Delp para la voz y Masdea para la batería. En 1976, después de muchas tractaciones, firmaron un contrato con el sello Epic y pasaron nuevamente a grabar los temas.

Del estudio de Boston, salió el disco Boston, del grupo Boston. Enorme Boston éxito. Fue el álbum de debut que más rápido se vendió. Después de tres semanas, ya estaba en 500.000 copias sólo en los US. Alcanzó el millón a los tres meses. Hoy estará entorno a 25 millones en total, de los que diecisiete en los US. Se extrajeron varios singles, aunque ninguno alcanzó la fama ni la importancia de More Than A Feeling, cuyo riff de guitarra inspiró a Kurt Cobain –fan de la banda en su juventud- para Smells Like a Teen Spirit.

La música del disco puso los cimientos de un genero hoy en desuso: el rock fm. Cuidadas melodías, riffs de guitarras elegantes, coros, arreglos perfectos, la receta que se aplicarían en los siguientes años bandas como Survivor, Foreigner, Toto y algunos más. La típica música que los jóvenes podían escuchar con el beneplácito de sus padres; siempre y cuando ya se habían decidido por una carrera.

 

 

 

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