The Chordettes – Lollipop

Hoy empieza la última semana normal del año. Luego ya nos metemos en estas celebraciones que, si por mi fuera, las borraba del calendario. Saltaba del veinte de diciembre al 8 de enero, tan pancho. Además todo te lo agradecería, empezando por tu hígado y tu cartera. Curiosamente cuando preguntas, parece haber consenso, todo el mundo suelta con una facilidad sospechosa un rotundo “la madre que las parió a estas fiestas”, pero luego no tardan en añadir “cómo mola ingerir en dos semanas el equivalente a seis meses de calorías y alcohol y estas ganas que tenía de gastar un dinero que tenía ahorrado por si las moscas”-. Menudas moscas con gorro rojo y barba blanca.

Así que este año tiro la toalla, he decidido portarme bien, voy a ser un good Fiouck y un tomate apetitoso. Me lo voy a tomar con mucha calma, igual lo paso bien, me lo merezco. Así que para empezar este periodo tan cargadito, volvamos sesenta años atrás. Dirección los “benditos” años 50 –obviamente no hablo de España, sino de los US-, cuando todo parecía inmutable. Cuando nadie se imaginaba lágrimas fuera de la pantalla joliwudense. La que nos vendieron estos…

The Chordettes. ¿Les recuerdas? Ya, sé que no habías nacido, ni yo. Pero –y si me lo invento es sin mucho exagerar-, cada año llega a nuestras pantallas una película en la que sale, bien Lollipop, bien Mr Sandman.

the chordettes

Más o menos las dos canciones que este cuarteto de mujeres dóciles ha dejado para la posteridad. Digo dóciles porque en todas las fotos que se ven de ellas, no hay rasgo alguno de mujer fuerte e independiente. Era un poco pronto para ello, en los años cincuenta, las niñas pasaban a ser esposas sin antes vivir como mujer. Ni las heroínas de Hitchcock se libraban de ello, detrás del maquillaje de superwoman, había una esposa. Ojo que no tengo nada contra las esposas, es sólo que me gustan más las mujeres. A ver si pillas el matiz y dejas de comerte las uñas.

A lo que iba, The Chordettes. Se me ha ido la olla, no recuerdo lo que iba a contar de ellas. Bueno, en plan wiki, las cuatro eran de una ciudad llamada Sheboygan, del estado de Wisconsin. Apuesto un euro a que no sabes ubicar el Wisconsin sin la ayuda de google maps –es uno de los estados que bordea los grandes lagos, concretamente el de Michigan-. Empezaron en 1949, después de ganar un concurso televisivo para ser parte del equipo del programa en cuestión. Durante cuatro años cantaron a capella un extenso repertorio de temas del estilo Barbershop –gospel cantado sin acompañamiento musical, más o menos-.

En 1953, el Director de Orquesta del programa, Archie Bleyer, se las llevó al sello discográfico que acababa de montar –Cadence Records-, para lanzarlas como cuarteto independiente. Por aquel entonces el grupo ya había pasado por varios cambios en su composición, no por desacuerdo entre ellas, sino porque no paraban de caer embarazadas, como buenas esposas que eran. Juas, me parto, sobre todo sabiendo que en 1995, la ciudad de Sheboygan recibió el galardón Reader’s Digest a la ciudad más indicada de los US para fundar una familia y criar niños.

El año siguiente, la canción Mr Sandman –basada en la tradición anglosajona del arenero que esparce arena durante el sueño de la gente para traerles sueños agradables- fue el primer gran éxito de The Chordettes. Fue #1 durante un buen rato y en sesenta años fue versionada por una infinidad de grupos y artistas. Hasta Mocedades, en 1992. En 1958 volvieron a tocar el cielo con Lollipop, segundo gran éxito, aunque tropezó ligeramente y se tuvo que conformar con el #2. En los años siguientes publicaron más singles, como la BSO original de la serie El Zorro, de Walt Disney, aunque ya no con el brillo de los cincuenta. Se separaron en 1965. Hop.

 

 

 

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