Tears For Fears – Shout

Jatetú qué poca cosa somos, y cuan difícil es reconocer que uno lleva sumergido treinta años en un abismo de ignorancia. Desde 1984, cada vez que escuchaba la canción Shout –decir que cada vez menos y siempre por casualidad no me va a salvar del ridículo-, tarareaba al unísono “Shout, shout, la li la la”. No porque no había pillado la letra, sino simplemente porque siempre creí que esto mismo cantaban. Ojo que hablamos de los 80s, ¿quien se iba a molestar escribiendo frases completas cuando onomatopeyas convincentes bastaban? Tampoco puedo esconderme detrás de un oído cada vez más deficiente –algunas dicen que más bien selectivo-, porque hace treinta años oía como un murciélago –tengo un breve papel en el pozo donde le damos un susto de muerte al pequeño Christian Bale en Batman Begins, cuando la vuelvas a ver busca uno con un tomate verde en el pecho, soy yo-. Total, mazazo en toda regla, no era “la li la la”, sino “let it all out”.

A que se parece y engaña, ¿verdad? Me apuesto un gin tonic –he vuelto a cambiar, ahora le doy al Seagram- a que tú también pensabas como yo. Es que si hay un grupo ochentero del que nos la refanfinfla la letra, ese es Tears for Fears. No porque fuera peor que la de otras bandas, simplemente representan la quintaescencia de la música pop de la época: había letra porque el cantante quería lucir su melena a la última delante de las cámaras de MTV. Podían dar la receta de la tarta de merengue de limón o los números del Euromillones de mañana, nadie se percataba.

T4F Shout

Parece que me meto con ellos, aunque no es del todo cierto. Uno de sus últimos hits, Sowing The Seeds of Love, de 1988, forma parte de mi playlist ochentera, sin duda alguna. Cuando se estrenó podía escucharlo en bucle. Hoy la enchufo con las mismas ganas, no ha envejecido un ápice –escribo esta entrada de pie, porque es de estas canciones que invita a bailar-. Pero si te soy sincero, no tengo idea de qué cuenta. Viendo el título, diría que algún discurso de un padre, tratando de explicar a su niño lo de la semillita de papa en el vientre de mama y estas cosas –no añadió de milagro que también se le escapó un poco en el pelo-, titubeando con palabras que tenía preparado para dentro de tres años y maldiciendo a la mama en cuestión que por qué c… había elegido este momento para ir de compras.

Ays, Tears for Fears; diez años de gloria y tres álbumes de estudio de los que vendieron más de 25 millones de copias en el mundo. No está mal, hasta merecido diría yo, porque la pop music que nos sirvieron de 1983 a 1993 fue de lo mejor. La verdad es que son emblemáticos de esta época. Teníamos a Curt Smith y Roland Orzabal, nombre franchute por su padre y apellido de queso vasco por sus antepasados, ambos nacidos en 1961, y amigos desde los trece años. Bien es cierto que luego los egos –y el dinero, la fama, la atención mediática- se cargaron esta bonita amistad. Suele pasar en el gremio. Pero no pasa nada, también supieron portarse como gentlemen con otros, pusieron sus ingresos y su fama al servicio de muchos, especialmente Curt Smith, que produjo numerosos álbumes de Lloyd Cole, Tori Amos, Human League, Pretenders, y muchos más. Esto está bien. La li la la.

 

 

 

 

7 comentarios en “Tears For Fears – Shout

  1. Me apunto encantado al club de fans de «Sowing The Seeds Of Love». Respecto a los problemillas técnicos de los que hablas últimamente, chico, ni idea, pero en mi blog (lo tengo alojado en wordpress.com) los enlaces de soundcloud y grooveshark siguen funcionando perfectamente.

    • Es que utilizo un funcionalidad propia de WordPress para crear una playlist en cada post en base a mp3 que subo a una biblioteca. No hay problemas para el upload, pero les falla la creación de playlist.
      Que ya me tienen cabreados…

  2. Lo escuché hasta la saciedad, en Argentina sonaba en la radio a todas horas, lo promocionaban como que el tal Orzabal era descendiente de padre/madre argentinos. Y era un suplicio!!! El estribillo decia : shout, shout, let it all out. This are the things I can do without. Come on, I’m talking to you. O así la recuerdo yo….En el 89 yo no paraba de cantar «toy soldier» de Martika. Me gustaba la canción, el mensaje, el video, su look, un número 1 en toda regla con su disco debut, y luego se la tragó la tierra…

  3. Pingback: Mike + The Mechanics – The Living Years | Un día, un disco.

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