Blues Pills – Devil Man

Noche de lagrimas o noche de risas? Zumito en silencio sepulcral o zumito rehaciendo el partido con mil detalles sonoros? Café negro negro negro o última copa de champagne? Pan bimbo blandengue o baguette recién sacada del horno? Mermelada de naranja amarga o confitura de fresas dulzona? Ays el fútbol, yo escribo estas líneas y aún quedan doce horas para el partido. Pero tú las lees y… me odias o me quieres un montón. Haberme alineado en uno u otro bando y te lo resolvía en los primeros minutos, matando la tensión con tres trallazos desde mi propio campo. Es que me siento en plena forma después de haber escuchado al disco de hoy. Una verdadera bomba, artillería pesada que llena de vitalidad y pone las cosas en su sitio.

Blues Pills se llaman. Dada la cantidad de nacionalidades presentes en el combo, no se puede decir de dónde son. La cantante, , es sueca, reincarnación –en más guapa- de Janis Joplin. El batería y el bajista son yankees, hijos de sus padres. El guitarrista, Dorian Sorriaux, es francés. Apunta su nombre, lo llaman el prodigio del blues y no tenía ni dieciocho años cuando se incorporó a Blues Pills –mírate este vídeo de él mismo, tenía dieciséis años-. Cuando digo blues, no pienses en el Mississippi y sus largas y lentas endenchas de abuelo negro cansado por una vida miserable. No, piensa más bien en el Monterrey International Pop Music Festival de 1967, con The Who, Jimi Hendrix y… Janis Joplin.

blues pills

Blues Pills le han dado al botón reset de la música popular. De repente no existe nada más que el blues rock de finales de los 60, él de los hippies con el pelo tan largo que servía de colchoneta en los festivales. Cuando los escuchas, si no sabes lo que tienes entre manos, es imposible adivinar que hace año y medio ni existían. Se formaron en 2013, sacaron un EP de cuatro títulos en septiembre y se espera su álbum de debut para julio. Y están arrasando, consiguiendo todo tipo de elogios y alabanzas de todos los medios donde los periodistas tienen más de cincuenta años. Juas, ya, es que es así, en jenesaispop.com no les conocen. En Mondo Sonoro tampoco. Sí que están en hipersonica.com, con una crítica ditirámbica. El bloguero tendrá canas.

Es rock rock bluesero, con todos los ingredientes originales. Batería potente, bajo espectacular, solos de guitarra endiablados y la voz prodigiosa de Elin Larsson. Es como escuchar a Janis Joplin cuarenta años después, con pequeños toques de Amy Winehouse. Menudo peligro tiene el emular a dos leyendas muertas a los 27 años. Te dejo con dos temas, Devil Man, que te va a poner los pelos de punta. Y High Class Woman, un adelanto del álbum a punto de ser publicado.

Venga, sube el volumen, luego zumito –el que te toque beber esta mañana- y a misa.

 

 

 

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