No sé a dónde va la música la verdad, yo me conformo con seguir disfrutando de ella, sea el estilo que sea mientras me siga emocionando/impactando. Esta mañana, al bucear por ahí en busca de sonidos alimenticios, me encontré con las dos vertientes de su evolución. La comercial, que escupe engendros cada vez más sosos; y la creativa, que no para de proponer propuestas y direcciones nuevas. Concretamente di con dos grupos que no conocía. El primero, usted perdone, se llama Imagine Dragons y me quedé asombrado viendo el número de visionados que acumulan en youtube. Haciendo un rápido cálculo, deben de superar los 300 millones, todo ello con un único disco y dos hits, It’s Time y Radioactive. Después de escuchar ambas “cosas”, saqué dos conclusiones: primero, por suerte no estaré leyendo los medios susceptibles de hablar de ellos; segundo, es hora de que se jubilen los periodistas de Rolling Stones que hablan de rock para referirse a ellos. Música pop insípida para quinceañeras nietas de Los 40 Principales.
En cuestión de visionados en Youtube, el segundo grupo no llega ni al uno por mil de los escolopendras con fuego en el culo –ays, bueno, cada uno se imagina los dragones como quiera-, pero por lo demás, se merecen todas las alabanzas. Young Fathers se llaman. De Edimburgo, Escocia, al igual que el grupo de ayer, The Exploited. Si me puedo permitir, ya que estamos, si no conoces Edimburgo, ve, es una hermosa ciudad. A lo que iba, Young Fathers cumple con ese cometido raro y arriesgado que algunos grupos se han marcado: abrir nuevas fronteras, proponer ideas nuevas, hacer que las cosas no sean las de siempre. Son tres, un blanco y dos negros. Es esta la justa proporción para que la música se renueva por dentro y nos mantenga despiertos? Ni puta idea –lo digo así de crudo para que entiendas que es una pregunta de veras y una respuesta igual-. Uno es nativo de Edimburgo, los otros dos son oriundos de Nigeria y Liberia. Es esta la razón por la que hacen una música distinta en la que se mezcla de todo? Ni… vamos, sí, se intuye.
Hacen música como si fuesen jardineros en la rosaleda, mezclando orígenes, combinando colores, maridando aromas, pero vestidos con chupa de cuero, gafas negras, cresta fluorescente. Hay una base claramente trip hop y rap, y luego está el envoltorio, percusiones africanas, melodías góticas, soul sucia, ritmos estroboscópicos, himnos alucinados. Música compleja with no peace, frenética y febril. Es fascinante.
Young Fathers, disco Dead, publicado hace exactamente una semana. Su primer álbum después de un par de EPs en 2011 y 2013. Me lo he comprado esta mañana en versión mp3 por 6,50 €, hace bucle en casa.
Raros, raros, raros…me gustan!