390.000.000.000. Tres cientos noventa mil millones. Serán los “i fucking don’t like” recibidos por Lady Gaga en la presentación de su último conjunto de ropa interior, hecho con los pelos de culo de 7.500 Cástor Californicus. No, al revés, es algo que huele bien, huele a vida. 390 millardos, es el número de arboles que tendría la Amazonia, según un estudio publicado la semana pasada en la revista Science. Más de 50 árboles por persona, concentrados en una décima parte de lo que ocupamos nosotros. A mi la cifra me parece enorme, como si sobrara un cero o dos, pero he leído la noticia en varios medios –hasta en la propia Science, fíjate si tienes aquí a un Fiouck entregado- y parece que no hay error. Leído así, parece que tenemos aire puro para los próximos veinte siglos, incluso con tres veces más chinos. Pero va a ser que no, que hasta los árboles se cansan de nosotros, aunque esto es otro debate. And also the Trees…
1979, Inkberrow, Worcestershire –iba a añadir “sauce”, por deformación profesional de ex amante del Bloody Mary-. Cuatro chavales de muy buen ver montan una banda rock, produciendo un sonido post punk a lo Gang of Four, inspirados en lo rural, la naturaleza que les rodea y cierta idea de la existencia auténtica. Vamos, consumidores compulsivos de todas las variedades de setas alucinógenas de la zona. En 1980 graban una cinta demo que mandan a The Cure, en respuesta a un anuncio de estos últimos, en el que buscan un grupo telonero para su gira llamada “The Cure’s UK Tour”. Sólo con esto te puedes imaginar cómo suena And Also The Trees. En contra de todo pronóstico, no sólo el gordinflón de Robert Smith les elige, sino que él y Lol Tolhurst –batería de los primeros álbumes de The Cure, teclista a partir de Pornography– deciden producir y arreglar los primeros singles de AATT –And Also The Trees para los más íntimos-, y en 1984, el primer disco, homónimo. Siguen dos años de gira como teloneros de The Cure y como grupo principal, en Europa y los EEUU. En 1985 pasan por una parada obligatoria en los estudios de John Peel. Una Peel Session es algo así como conseguir clasificarse para los JJOO, aunque sin medalla garantizada. En el caso de AATT, creo que no llegaron a tomar la salida el día de la prueba, por no pasar la prueba anti setas. En 1986, sacan un segundo álbum, Virus Meadow, y luego un tercero, y un cuarto, un quinto, y así hasta el año pasado, cuando se publicó el duodécimo disco. Rock’n’roll attitude, ¿verdad? No venden ni para el bocadillo, pero qué más da, ellos están japi. Si llaman esta noche a mi puerta, tendrán cobijo. Y un revuelto de huevos con cantharellus.
El segundo álbum, Virus Meadow, que llegué a tener en vinilo antes de que me lo quitara un capullo –sería un ejecutivo de Vueling-, lo abría el tema Slow Pulse Boy, 5’13” muy representativos del sonido de And Also The Trees. Batería desnuda, guitarra gemidora, voz clara. Me gustaba, y cuando la escucho hoy, me sigue gustando, y mucho.
Escucha la mejor canción de And Also The Trees, Slow Pulse Boy