Chris Isaak – Blue Hotel

Vaya manera de desaparecer. Hace veinticinco años, yo escuchaba a Chris Isaak sin dudar un solo minuto de que iba para relación duradera. Era un crack, el pequeño protegido de los medios, “el crooner” de los ochenta. El nuevo Roy Orbison, decían, algún atrevido incluso le llamó el nuevo dios Elvis Presley. Menuda tontería, Chris Isaak era demasiado cool, un poco “smoothy” como dicen en UK. Bien es cierto que, por mucho que lo negara, cultivaba cierto parecido con The King. Como un chiquillo que se entrena delante del espejo para parecerse a su ídolo. Hasta en el tono de voz había un algo, menos grave tal vez, pero las entonaciones era indudablemente del amo de Memphis. Hay que verle interpretar Can’t Help Falling in Love, parece el fantasma del monstruo de las hamburguesas.

Pero Chris Isaak desapareció, después de tres álbumes, de los que dos de ellos aún guardo en vinilo. No es que dejara de cantar, ni de actuar, ni mucho menos de publicar discos, simplemente dejó de estar, ni para los medios, ni para el público, ni para las ondas. De vez en cuando un cineasta lo rescataba, bien a través de una vieja canción del cantante, bien con un papel a la medida de sus pocas dotes para la interpretación. Su pasión por los viejos estudios Sun de Memphis dejaron de tener gracia, y la llegada del grunge a principios de los 90 le remató.

Isaak

Chris Isaak nace en 1956, en California. Mientras terminaba unos estudios en comunicación, monta un primer grupo, Silvertone, que no despega del todo, a pesar de sus buenas intenciones. En 1984 les arropa Erik Jacobsen, que fue en su día el productor de The Lovin’ Spoonful –acordaros, Summer in the City– y de Tim Hardin –cantante folk US con un par de hits versionados por muchos artistas, muerto con 39 años en 1980-. Firman con Warner y sacan un primer álbum en 1985, llamado como la anterior banda, Silvertone, pero ya directamente con el nombre de Chris Isaak. No pulveriza los charts pero llama suficientemente la atención de los medios para que David Lynch decida extraer dos temas del disco para la banda sonora de su película Blue Velvet. En Europa su nombre empieza a sonar fuerte. El año siguiente se publica el segundo, homónimo. Un disco muy bonito, triste y melancólico, a veces incluso oscuro, que le afianza en su papel de crooner moderno, resucitador de una gloriosa época pasada a mejor vida. Este álbum contiene la canción Blue Hotel, que en un primer momento pasa desapercibido. El sonido “fifties” de sus composiciones se hace más patente en el tercer disco, Heart Shaped World, que constituye el disco más vendo del artista, con cerca de tres millones de copias vendidas en el mundo. El tema Wicked Game –¿complicado de pronunciar verdad?- fue un verdadero hit, aunque sobre todo en Europa. De hecho es el cineasta americano más europeo que lo consagra, David Lynch, que una vez más incorpora un tema de Isaak a la banda sonora de Corazón Salvaje, con Nicolas Cage, Laura Dern y Willem Dafoe. Blue Hotel conoce una segunda juventud gracias a la película, llega hasta el #6 de las listas US, y luego… plof.

Saca otros álbumes, pero la magia ya no opera, a pesar de que su voz, ya de por si cálida y deslumbrante, madura aún más con los años. Su último álbum, Beyond the Sun –en referencia a los históricos estudios de Memphis-, publicado hace dos años, contiene sólo versiones de las canciones de su infancia, de sus ídolos como Johnny Cash, Jerry Lee Lewis, Carl Perkins, Roy Orbison y cómo no, Elvis. No lo conocía hasta escribir este post, me encanta.

 

 

Escucha algunas de las buenas canciones de Chris Isaak

 

9 comentarios en “Chris Isaak – Blue Hotel

  1. Y yo que lo tengo en cassetes, cagoenlamar, y no está en spotyfy el lover’s game, que es lo mejor:
    If I really loved you, then I’d never call you, cause’ I know I’d only hurt you……………. My love.

    A ver con que nos sorprende usted mañana maestro.

  2. Madre mía, lo tenía olvidado por completo. Jo, las veces que habré escuchado Wicked Game en mi adolescencia…Acabo de leer que de 2001 a 2004 tuvo su propio programa en TV: The Chris Isaak Show. ¡Qué cosas!

  3. Pingback: Coves – Soft Friday | Un día, un disco.

Deja un comentario