Anoche cuando decidí que hoy sacaría a El Columpio Asesino en el blog –síííí, un grupo español en undia-undisco.net, aleluya-, tenía ganas de indagar por su vida y escuchar su discografía para darles una entrada digna. Lo prometo. Además, azares de la vida, sólo los había escuchado una única vez, de refilón, en el coche escuchando Radio 3 hace años.
Recuerdo que me dije: “Wow, cómo mola esta canción, apúntatelos Fiouckiño para luego”. Pero lo que tardaría en llegar a mi destino ya se me habían olvidado y “luego” se convirtió en un lustro, hasta anoche. Así que partiendo de cero no me quedaba otra que escuchar picando temas de su intensa discografía para decidirme por un álbum. ¿El último, Fiouckiño? Vamos allá.
Digo intensa porque cinco discos de estudio, con los tiempos que corren y con la música que hacen, supone algo más que una meritoria palmadita en la espalda. Buena señal, mucho tienen que gustar para seguir on the road con tanta adversidad mediocre –bonito eufemismo para no soltar tacos impropios de la hora que es-. Proponer otra música en un país rendido a Pablo Alboran es correr el riesgo de ser engullido a la primera de cambio.
Pero ahí están, más de veinte años después de los primeros pasos dados por los hermanos Arizaleta como Los Bolígrafos. No sé si serían los efectos de unas Sanfermines antológicas, una loca apuesta post resaca o si resbalarían delante de un toro en las calles de su ciudad natal, pero en contra de todo pronóstico El Columpio Asesino ha logrado imponerse como la referencia española de lo “alternativo” –cuidadín fiouckiño con esta palabra-, marcando un estilo novedoso que pocas veces lleva a la fama, fiel a sus influencias iniciales: el punk de los Clash y de mi Johnny, el rock de los Pixies, la electro cold de DAF o Liaisons Dangereuses. Heroicos, simplemente.
Pero se me torció el post al toparme con una reseña de su quinto álbum, Ballenas Muertas en San Sebastian, en un blog musical donde los redactores no habían nacido cuando tocaban las famosas referencias de El Columpio Asesino. Es la única explicación que veo para “entender” cómo el autor veía inevitable compararlos con Suicide.
Supongo que se refería a Babel, la canción que abre el último disco de El Columpio Asesino. No quiero hacer de viejo gruñón –se me da bien cuando hablo de música- pero sonar como el dúo neoyorquino más chalado de la historia del rock no es sólo cuestión de viejos sintetizadores y ritmos sincopados. Falta la suciedad y la negrura de los sonidos de Martin Rev y los aullidos de Alan Vega. Y que me perdonen, pero El Columpio Asesino no llega. Tampoco digo que fuera su propósito, es sólo que la comparación me pareció odiosa y me ha puesto con mala leche.
Te dejo con cinco canciones de Ballenas Muertas en San Sebastian. Me gusta, indudablemente, pero me quedo con el concierto de Suicide al que asistí en 1988. Por Elvis, era otra cosa. Y si quieres comparar, ahí está la entrada sobre el dúo tarado, cuando este blog no llegaba ni a dos meses de vida.
Anda que no hay grupos españoles con talento en este país….y vas y eliges Columpio Asesino. Un espanto.
Pablo Alboran?
jjajajajajajaja! Si solo se te ocurre ése, es que tienes un completo desconocimiento de la música española y no puedo perdonártelo después de llevar aquí más de 20 años viviendo. Es cuestión de actitud, de tener una pequeñísima deferencia con tus lectores españoles. Seguro que alguno más se te ocurre 😉 (y no vale mencionar a la morralla, que de eso también habrá en el resto de la geografía mundial)
Si sólo pienso en mis lectores/as a la hora de escribir aquí!
Pero entiendo que os gusta la Música -y de paso las chorradas que voy contando alrededor-, independientemente de su procedencia! En este blog he dado muchas vueltas por el mundo y por muchos estilos, y si trato de artistas y grupos mayormente de UK o US, es sólo porque siempre he considerado que el rock, el soul, el r’n’b y el pop son géneros esencialmente anglófonos.
Pero bienvenida seas si me redactas una bonita y emotiva reseña sobre El Camarón o cualquier artista español que crees debería estar aquí. Yo me iré a tomar una copita de Rueda mientras escribes, qué gusto 🙂 Yes you can, oooooh
Va a ser que no. Con los cientos de amigos y lectores que tienes, no es justo que se lo pidas 2 veces al mismo. La que se va a tomar la copita de Ribera de Duero, voy a ser yo. Tú sigue duro con tu reto, que te da mucha cancha 😉
¿Cientos? ¡Millones! 🙂
Vale pillado, resérvame aunque sea un culín…
Voy a ponerme del lado de Chocolat. No es que me parezcan, ni mucho menos, una cosa horrorosa, pero creo que la historia de la música popular en España está lleno de nombres que te darían para algunas entradas de lo más jugoso. De Golpes Bajos a Le Mans, de Nacha Pop a Hidrogenesse, de Vainica Doble a Parálisis Permanente, de Los Brincos a Los Caramelos…
Esto es una conspiración hispano-suiza!
Ja, qué bueno Fiouck, you are the milk.
Oye Mister Suizo, si no tienes bastante con tu propio blog, por qué no te dejas tentar por las sirenas tomatinas y me escribes una entrada sobre quien quieras? Eh? Compartiremos el culin de Ribera del Duero…