No conoces a Kendji Girac. Ni yo hasta hace diez minutos. Tranquilízate, musicalmente no te pierdes nada. Lo que compone y canta este gitano francés de dieciocho años es insufrible. Así, tal cual, INSOPORTABLE, escrito con letras de ocho metros de alto, con focos alumbrando la palabra plantada en lo alto de la colina para que todo el mundo la vea, incluso de noche. Si sueles bucear en este blog en busca de buena música, te va a chirriar.
Entonces, ¿por qué dedicarle una entrada, justo el día de la aspiradora? Porque acabo de encontrarme por casualidad con una entrevista que dio hace tiempo a mi diario franchute preferido, y resulta que el chaval es tan majo, inocente y sincero que uno se encariña con él. Y en el fondo, esto importa más que la música que le ha hecho triunfar en el país vecino.
Triunfar se queda corto. El año pasado venció en la tercera temporada de The Voice, el certamen absoluto en materia de entretenimiento “musical” –otra fórmula no encuentro-. El álbum que publicó justo después vendió más de 600 mil ejemplares y tiene un vídeo en youtube que suma más de cien millones de visionados. Para un francófono, son números de ciencia ficción. Para que te hagas una idea, la maravillosa La Fée, de Zaz, no llega ni a la décima parte de esta cifra.
¿Qué ha pasado? Kendji es gitano. Hasta la médula. Nació en una caravana y sigue viviendo en una de ellas, aunque no dice dónde la tiene instalada porque quiere seguir viviendo en paz. Nació en 1996 en un pueblo de la Dordoña, una región tan bella que parece haber sido bendecida por los dioses. Y Dios, en la vida de Kendji, es importante.
Dice que no ha sido bautizado y esto le permite tener la vida que tiene –cantar y salir de fiesta-, porque “los de mi familia que lo son no pueden vagar por ahí. Mi hermano por ejemplo, ni puede ir a los bolos”. Bueno Kendji, esto no es un drama, yo que no tengo relación alguna con Dios, tampoco voy. Pero enseguida añade que “mi relación con Dios es asunto mío, hay que temerle porque las cosas no van a ir bien y Dios pondrá orden en el caos que se avecina”.
Kendji nació en una familia gitana sedentaria en invierno, nómada en verano. Su padre trabaja como podador y tiene una cartera de clientes por el sur de Francia que les mantiene el resto del año. En marzo, cuando la caravana de caravanas se pone en marcha, son más de 300 vehículos los que abandonan la Dordoña. “Somos tantos que tenemos que tener cuidado de que no se cuelen macarras, son los que roban y tan mala reputación nos dan. Nosotros tenemos valores, no bebemos ni robamos. Cada noche cuando paramos para descansar, nos reunimos con el pastor y escuchamos la palabra de Dios”.
Y luego cantan y tocan música. Kendji siempre llamó la atención de sus padres y sus primos por su talento. Con ocho años ya era la principal atracción de la familia, interpretaba a Luis Mariano y Julio Iglesias, y con doce salía de noche por la ventana de la caravana para ir a tocar en bares con sus primos mayores. Dice que su padre sigue sin saber esta parte de la historia. Después de Dios, Kendji ama, respeta y teme a su padre, su gran referencia en la vida, a quien le debe “todo”.
Un día de 2013, mientras se tomaba un café en la caravana de su tía, salió en la tele Maitre Gims –no tengo ni la menor idea de quien es-, cantando Bella, el mega hit del momento. Su tía le pidió que la cantara a su manera, así de bote pronto. La versionó con aires gitanos, a lo Gipsy King, su tío inmortalizó la escena con su móvil y subió el resultado a Youtube. Pocos días después el vídeo había sido visto más de un millón de veces y al rato dos sellos querían firmarle. Uno quiso mandarle a grabar a Cuba y el otro a París. El hombre propone, la mujer dispone, es de sobra conocido: ganó el segundo porque la Mama se opuso tajantemente a que su hijo se fuera tan lejos.
El sello propuso que se presentara al programa The Voice. No sólo fue seleccionado sino que salió ganador, gracias a su voz, su look de “latin lover”, barba hipster incluida, y sobre todo su música estilo Gipsy Pop. Todas las niñas –y alguna que otra madre y abuela- le adoran. A él todo este éxito le da un poco de recelo. Dice que durante muchos años le costaba expresarse, porque “cuando la caravana de caravanas se marchaba, dejábamos la escuela”. Es consciente de que sabe poco de la vida que le rodea, no tiene novia y, aunque le gustaría votar, no lo hace, “porque no logro entender muy bien de qué va, prefiero la música”. Cuándo le preguntan qué será de él dentro de veinte años, reflexiona un momento y dice: “Habré comprado un terreno grande e instalaré las caravanas de mi familia y mis primos. Para que no se pierdan los lazos…”.
Kendji, haces una música que no puedo con ella, pero mira, eres un buen chaval de verdad, sincero, sencillo, respetuoso con tus valores y me tienes emocionado. Que te vaya muy bien y seas feliz, y no dejes que el gremio te cambie. Son unos macarras, ya sabes.
Hace música comercial y muy buena y si triunfa por algo será, me da que no tienes muy buen oído!! A explorar un poquito más sobre la música pop del momento!!!
No es música, es entertainment.
Eso de que no tenga oídos, mira, cada uno con sus criterios.
Pero no me negarás que al Kendji le he tratado con mucho cariño, porque se lo merece.
Pues si no sabes quien es Maître Gims deberías empezar a escucharlo…y de paso a Stromae
Descuida, prefiero quedarme en mi ignorancia. Aquí tienes otras 999 entradas para tratar de entender por qué Maitre Gims no tiene nada que proponer que pudiera valer la pena.
Ah bah pero entonces es español nacido en Francia , la verdad yo pensaba que era frances de pura cepa … para la edad que tiene aparenta más
A ver, no todos los gitanos son españoles. En Francia están los Gitans, los Roms, los Manouches, los Tsiganes, según su procedencia. Así que sí, Kendji Girac es francés de pura cepa, rama gitana.
Es muy feo por cierto no os recuerda a Suso el de Gran Hermano???
Lamento decirte que no tengo ni idea de quién es el susodicho suso.
Me parece algunos comentario de racista, por lo que me indigna bastante. Comprendo que para alguno no le guste, para mi es muy buena música. Ah odio el racismo
Ni es racismo musical, y sigo insistiendo en que no es música, sólo entertainment. Ocio. Pasar el rato. Pero el chaval es majísimo, me ha gustado su inocencia. Un tipo puro.
Pues a mi me gusta su música, el mestizaje y el ritmo que le pone a las canciones. Lo conocí por casualidad porque estoy estudiando frances, quizá no tenga una gran voz pero lo compensa con el arte y la gracia que tiene