En mi cuenta de Facebook, que no pasa de 30 contactos –me aburre sobremanera la cosa-, tengo un seguidor –¿o esto es de Twitter? nomentero- al que ni conozco. No recuerdo cómo se coló, pero ahí está desde hace tiempo, hablando en mi muro en catalán la mayor parte del tiempo, por lo que, y dale, nomentero.
Como buen franchute con sentido europeo desde que nací –mis primeros patucos eran azules con estrellas amarillas-, cualquier intento de edificar fronteras donde no las hay me chirría. Pero como ciudadano español desde hace veintidós años, entiendo perfectamente la voluntad de esta gente de no querer saber nada de un gobierno central repleto de payasos que nunca nos hicieron gracia.
Así que a Lluis Molina, así se llama, le dejo que publique sus cosas en catalán, porque parece sumamente simpático, se ve en su cara. También intuyo que es bígamo. Eso sí, sólo habla de una de las dos, confesando abiertamente los pecados que cometen juntos. No es rubia ni morena, ni pelirroja ni castaña. Se llama Gretsch Country Club y es la guitarra -¡guapa!- con la que da vida a Autos Detroit, la banda de rock barcelonesa que lidera con su amigo Pedro Pasamontes.
No hay edad para empezar, un adagio con el que me identifico y que supongo comparto con este músico, porque o la foto es de mala calidad o no es precisamente un chaval. Lluis Molina 12 points – Yogurines zero point. Autos Detroit llevan cinco años componiendo, ensayando y tocando en directo, y el año pasado publicaron el fruto de tanto esfuerzo y pasión, el álbum Start Up Completed.
No hablo de Autos Detroit por tener a uno de sus músicos en mi Facebook, sino simplemente porque en contra de todo pronostico –ya conoces de sobra mis dudas sobre el rock hecho en este país-, el disco es impecable. Ellos hablan de rock garage o power pop, a mi me recuerda también a los grupos de finales de los 70’s, como The Flamin’ Groovies. Rock elegante y sin estridencias, con la dosis perfecta de riffs y sonidos underground y unos arreglos de lujo. Y last but not least, cantan en inglés; no sé si ha sido una decisión políticamente correcta del grupo por no tener que hacerlo en castellano, pero a mi me parece esencial.
Lluis Molina me mandó un buen puñado de canciones del álbum para poder subir aquí. Como no me sabía el orden de las mismas en el disco, te he puesto en primero la que a mi me gusta más, It’s Gonna Be My Lucky Day. ¡Rock’n’Roll!
Las seis canciones me parecen estupendas.
No serás un músico de Autos Detroit, ¿verdad? 🙂