Oye, si no te importa, vamos a hacer como si yo también tuviera derecho a tocarme las narices en el mar, que me siento idiota por haberme quedado en Madrid. Porque viendo la pereza inaudita que me daba buscar a un artista para la entrada de hoy, no te quiero contar lo que me está contando subir sus canciones y redactar el post. Así que será cortito.

Anoche por lo menos con los restos de vapores de gin tonic las musas iban alegres, y en un plis-plas me lo quité de encima. Pero hoy están espatarradas en el sofá, con el chándal puesto y cada vez que les pido socorro, levantan el dedo mayor sin siquiera mirarme. No tienen ninguna compasión.

En estos casos es más fácil hablar de una banda sin pedigrí, autora de uno de los grandes one hit wonder ochenteros. El dúo en cuestión era Double y la canción Captain Of Her Heart. Los más viejos se acordarán perfectamente, los jóvenes pasarán olímpicamente.

Me ha llamado la atención que fueran suizos, ¿quién lo hubiera dicho? Más sorprendente aún, toda la década de los 70 formaron parte de la escena cultural helvética underground. Incluso sacaron un disco en 1980, Luna + 7 Notorious Maloo Home Works con la particularidad de ofrecer siete canciones en 33t en la cara A y una única en 45t en la cara B. El mismo año coquetearon con los músicos de Yello, participando en la grabación del primer disco del dúo loco, Solid Pleasure.

En 1981 formaron el grupo Ping Pong, con el que grabaron varios temas con Phil Manzanera, guitarrista de Roxy Music, pero por motivos jurídicos nunca vieron la luz del día. En 1983 crearon Double como dúo entre Felix Haug y Kurt Maloo. Sacaron tres singles bastante interesantes, muy alejados de la canción que les haría famosos dos años más tarde. El tema Rangoon Moon se benefició de un vídeo en blanco y negro que funcionó bastante bien en Europa.

En 1985 sacaron su primer álbum, que contenía The Captain Of Her Heart. El éxito fue inmediato, el single se instaló en todas las listas de venta europeas. No he mirado la letra, no sé lo que cuenta esta balada agridulce. Se deja escuchar, indudablemente, para ser éxito no ofende los oídos. Luego les pasó lo que a muchos, no supieron rentabilizar la fama y se separaron pocos años después.

Venga, hop, se acabó, tú ya sabes, zumito y a misa.