El canario doméstico –no confundir con el habitante de Canarias que se queda en casa tan pancho, hombre con suerte- es una ave diminuta y simpática, con una desafortunada particularidad: cuando respira gas, al tener pulmones de risa, se muere en un plis plas. Cuando digo gas, no hablo de esa ventosidad que tantas broncas genera en el ascensor, hablo concretamente del monóxido de carbono o del metano.
Por ello en el siglo XIX los mineros nunca se bajaban sin un ejemplar de canario en una jaula, cuál Prosegur con plumas amarillas: en caso de escape de gas, se moría rápidamente, dando la voz -es un decir- de alarma de que la jornada había terminado, aunque acabara de empezar. Y me pregunto, ¿eran capaces de bajar con un canario muerto para escaquearse? Ays tomate, mumal.
De ahí el nombre del segundo álbum de Akua Naru, The Miner’s Canary. Ella, a parte de cantante, se declara fan del atlético poetisa y activista, luchadora incansable contra todas las injusticias, y describe su acción como una alarma para los más humildes. Por suerte, tiene mucho pulmón.
Que emplea en viajar y cantar, incansablemente. Nacida en New Haven, Connecticut, ya no le quedan continentes para visitar o en el que residir. Vivió en China, ahora en Colonia, pasó tiempo en Brasil y en el Caribe, aunque donde mejor se siente es en Europa. Lo suyo es escribir, poesía y spoken word, antes que la composición musical. Escribe desde los siete años, cuando su padre les abandonó. Siente aun más atracción por las palabras desde que asistió de adolescente a la brutal agresión de una mujer en su barrio, las considera como el arma de las mujeres.
Lo suyo es el hip hop, rama conferencia sobre las miserias humanas, completamente opuesta al hip hop guerrero de los cretinos con cadenas de oro chapado colgando del cuello. La música que acompaña sus textos está enriquecida por unas profundas raíces jazz y soul, de ahí un resultado elegante y suave.
Además la moza es guapa, cosa que ayuda. Hay un vídeo en youtube en el que canta descalza y en semi público, un tema de su primer álbum, Poetry: How Does it Feel Now. Una interpretación tremendamente sensual, con voz cálida y algo ronca. Al teclista detrás de ella le cuesta lo que no está escrito no volverse bizco, de tanto mirar el culete de su jefa.
Maja la Akua. (Hip) Hop, a currar.
Si dices que su música tiene profundas raíces de jazz y soul es que no has pasado de la primera canción del vídeo…que sí acompaña con musiquita jazzera la voz esta rapera. Pero dista mucho de este género.