Ya sé que el rugby te importa un pepino, ni sabrás que estamos en pleno Mundial. Pero anoche ocurrió algo que hizo feliz a todo el planeta óvalo: Inglaterra, la organizadora, fue apeada en la primera ronda por Australia. Oooooooh. Qué penita me dan, buf, una lagrimilla podría caer. De alegría. En este deporte, no hay otra nación que tanto recelo provoca. Demasiada soberbia y arrogancia de un equipo que anoche se pasó su supuesto legendario fair-play por el forro de sus tacos.

No tardaron los mensajes graciosos en whatsapp. Tipo: “What’s the difference between England and a tea bag? A Tea Bag stays longer in the Cup”. Juas. Pocas horas antes del encuentro, un jugador inglés –no seleccionado- había declarado: “Ningún jugador australiano tiene su sitio en el equipo inglés”. A este sólo le queda emigrar a las Malvinas, a criar ovejas. De paso que se lleve a Cameron.

Podría seguir así horas, porque para los franchutes, un Inglaterra-Francia de rugby desata más pasiones que un Madrid-Barça en España. Pero ya ya, no me olvido que este es un blog de música. Tenía en la retaguardia a una banda femenina australiana por si ocurriera la eliminación y celebrarlo a lo grande, así que dale Tomate cretino: Clairy Browne & The Bangin’ Rackettes.

Bofetón. Uno más. Qué voz que la de la cantante Clairy Browne. Qué emoción, ¡qué soul! Enchufa el reproductor, Yellow Bird. Esto es la gloria. Escalofríos. Todos los sentidos en alerta. Algo tiene que pasar, seguro. La voz de Clairy Browne es un regalo del cielo. Y no es negra.

Ella es de Melbourne, lleva cinco años cantando, rodeada de sus Bangin’ Rackettes, Ruby, Camila y Loretta. Entre las cuatro resucitan a las viejas girls bands de los 50 y 60. Soul groove poderoso, al servicio de una voz preciosa a más no poder. Una delicia en toda regla.

Todas las canciones que te dejo para alegrarte la semana son de su primer y único álbum publicado hasta la fecha, Baby Caught The Bus. Yellow Bird y You Don’t Owe Me Nothing son tremendamente emocionantes, quitan el aliento. Te dejo disfrutar.

[No hay rastro de la humillación sufrida por Inglaterra en la portada de The Sun. En The Guardian y el Dailymail hay que bajar muuuucho para encontrar una reseña. Sólo The Telegraph se acuerda a plena pantalla. ¿Fair-Play decían? Ups.]