Hoy –por ayer- es el Día Internacional de los Trabajadores. Seguro que no te acuerdas de por qué estuviste babeando feliz en la cama hasta una hora indigna. Fiouckipedia te lo recuerda: se celebra el día de los Mártires de Chicago, en honor a los participantes de una huelga –iniciada el uno de mayo de 1886- en la que se reivindicaba la jornada laboral de ocho horas. El día tres, se originó una batalla campal entre manifestantes y anti-concentración que la policía detuvo en seco. Na, poca cosa, seis trabajadores muertos y decenas de heridos.

En el juicio posterior, calificado desde entonces como una gran farsa, otros cinco responsables sindicalistas –de los que cuatro eran alemanes- fueron condenados a la horca, aunque uno no tuvo tanta paciencia y se suicidó en su celda antes de sentir cómo se abría la trampilla debajo de sus pies. A finales de ese mismo mes, muchos sectores patronales americanos empezaron a aplicar la jornada de ocho horas, iniciando un camino sin retorno en la legislación laboral y creando un estándar contemplado hoy en muchos países “desarrollados”.

¿Que a dónde voy? Fácil, siendo el único trabajador de este blog, también tengo derecho a celebrarlo. Ja. Pero en el fondo soy más bien un autónomo de la música y se sabe que los autónomos nunca paran. Pueden levantar el pie, pero no ponen nunca el freno de mano. Así que hoy toca un post pequeñito.

Y qué mejor para celebrar el uno de mayo que un grupo llamado The Leisure Society –la sociedad del ocio-. Este grupo inglés, con entre seis y ocho miembros según los discos, acaba de publicar su cuarto álbum, The Fine Art Of Hanging On. Cuatro en seis años, ¿serán autónomos también? Ha sido grabado en el estudio personal de Ray Davies, de los Kinks, que está loco por el grupo.

Indie pop folk con una pizca de barroco. Digamos. Te gustará si te gustan por ejemplo Laura Marling o The Divine Comedy. Música agridulce, melancólica aunque nunca triste, homogénea y coherente de la primera a la última, con algunas piezas de una factura admirable, como las dos que te dejo para escuchar. Realmente bonitas.