«Hola Fiouck, En primer lugar darte la enhorabuena por este maravilloso blog que descubrí hace unos días por casualidad, al igual que se descubren tantas cosas en la vida, pero no me voy a enrollar demasiado. Como detecto cierto tufillo en la suela de tus zapatos a Punk, y tras ver que al buscar nombres tales como Eskorbuto, La Polla Rekords, etc. no hay resultados, se agradecería alguna entrada con ese aire «franchute» (sí, yo también puedo decirlo ya que me apellido XXXXX –pongo X para preservar la identidad de este no menos maravilloso lector-) y que le da una patada en las pelotas a cualquier entrada de blog de música rancio que tanto pulula por la red. Por cierto, ya que se ha realizado un documental, no estaría de mas una entrada a Desechables ;). Saludos».
Buf, qué emoción. Ya ya, ríete, pero estos mensajes son como un bálsamo para el calimero que soy. He recibido algunos –no muchos, sois desesperadamente mudos- pero este es como una golosina. Cómo mola.
Prometo hacerle caso a este lector, se lo merece. Además a La Polla Rekords le tengo mucho respeto, por mucho que en el fondo sepa poco de su trayectoria y logros. Pero para hoy ya tenía decidido el artista, y en estos casos, si no lo plasmo al rato con mis palabras y chorradas de siempre, se me van las ganas y tengo que buscar a otro y va a ser que no, tengo que hacer la compra, puaj.
Archive. Apuesto una copita de rueda que no te crees que los acabo de escuchar por primera vez esta mañana. De verdad, no sé cómo se me pueden escapar estas bandas. A veces digo que soy un paquete, para quedar bien y arrancar en ti una lagrimilla de pena, pero como siga así ¡va a ser verdad!
Llevan un poco más de veinte años on the road. Empezaron en plena ola Bristol Sound en 1994, con el disco Londinium, soberbia mezcla de rap y trip hop con el que se ganaron una fama de grupo con sonido crepuscular muy trabajado. Veintiún años después, publican su undécimo álbum, Restriction, cuya música poco tiene que ver con el de sus inicios.
Bien hay que decir que la formación inicial tampoco tiene nada que ver con la de hoy. Articulado desde el principio alrededor del dúo fundacional –Darius Keeler y Danny Griffiths-, el grupo ha visto pasar a cinco o seis cantantes y muchos más músicos, y la música ha ido evolucionando según las llegadas y salidas de sus miembros. Después de cada disco, rozan la explosión y renuncia, para finalmente volver a intentarlo con otra formación, otras ideas y renovadas ganas.
Hoy tocan un rock épico, complejo y original. El álbum ofrece de todo menos Restriction, desde la tensión oprimente hasta el pop con fuegos artificiales coloridos más gozoso. Hoy, primer día de febrero, quedando 333 a la vista, no creo adelantarme mucho diciendo que va a quedar como uno de los grandes álbumes de 2015. Genial.
Te dejo con seis de las canciones de Restriction, harás bien en subir el volumen para disfrutarlas como dios Elvis manda. Hablando de él, ya sabes, ahora zumito luego a misa.
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