Television forma parte de estos grupos importantes al lado de los cuales caminé sin apenas detenerme. Al igual que hacemos en la calle, cuando ignoramos las llamadas de auxilio silenciosas de los indigentes. A veces nos paramos y sacamos una moneda, otras veces nos paramos… a pensar cuánto aguantaría uno mismo en esta situación.

Tom Verlaine me llamaba, me hacía señales, de su cuello colgaba un cartel escrito a mano que decía “Fiouck, no me seas cabrón, si soy de los padres putativos de la música punk, mírame a los ojos”; incluso llegó a decirme “venga ya tío, si toca conmigo tu amigo Richard Hell, el que dentro de pocos meses tocará Blank Generation”. Pero no hubo manera, no le hice caso, y al rato se estrenarían The Sex Pistols. Como para mirar al otro lado del charco.

Evidentemente no me siento nada orgulloso de ello. Es un fallo garrafal. Tshhh Tshhh –onomatopeya que se supone imita el ruido de los latigazos que me doy, como penitente-. Escucharlo cerca de cuarenta años después no es lo mismo, aunque por lo menos me doy cuenta de cuánto se le debe a Marquee Moon, álbum y canción. La típica obra que salió sin pena ni gloria, pero cuya importancia ha ido creciendo con el paso de los años, hasta convertirse en elemento culto del rock’n’roll.

Television había nacido de la unión de dos mentes particularmente inquietas –por decirlo suave-, las de Tom Verlaine y Richard Hell. En la entrada sobre este último -de septiembre de 2013-, relataba como ambos se habían conocido en su pequeña ciudad de Kentucky. Se fugaron siendo adolescentes, pero a los pocos días la policía los devolvió a sus progenitores. Richard volvió a marcharse, con el beneplácito de su madre –su padre había fallecido años atrás-, mientras que Tom tuvo que esperar algunos años antes de reunirse de nuevo con su amigo en Nueva York. Vivieron una vida de jóvenes poetas malditos, hasta poder subirse a un escenario, concretamente el del CBGB, a mediados de los 70’s.

Tom, Richard y otro Richard –Lloyd– montaron Television en 73, después de un primer intento con Neon Boys. En 75 sacaron un primer single, Little Johnny Jewel, lo suficientemente innovador y arriesgado como para que Hilly Kristal, dueño del CBGB, les propusiera tocar regularmente en su sala. Ahí despuntaron y deslumbraron. A los pocos meses ya tenían una marea de fiel seguidores bailando en cada una de sus actuaciones.

En 1977 entraron en un estudio para componer y grabar lo que fue el primer y único álbum de la banda con su formación original. Cuando se estrenó, Richard Hell ya se había marchado para montar The Voidoids, a punto de sacar su Blank Generation –el disco que yo escuchaba, ignorando a Marquee Moon-. Es que Richard Hell era del Atleti, y Tom Verlaine del Madrid.

Marquee Moon –cuya portada es de Robert Mapplethorpe- hoy figura en el #128 de las lista de los 500 álbumes más grandes de la historia de la música popular establecida por Rolling Stones y el single ocupa el #373 de la misma lista para canciones. Pero eso no es todo, para la revista NME el disco es el segundo mejor disco de debut, tan solo detrás de The Velvet Underground & Nico. Y last but not least, Pitchfork lo considera como el tercer mejor álbum rock de los 70’s, detrás de Low de Bowie y London Calling de los Clash. El tema es una pasada, dura más de diez minutos y los enterados dicen que las guitarras de Verlaine y Lloyd son tremendamente complejas. Pero lo mío era el piano y no hay. Enorme.