Tranquilo, esto no es Radio Fiouck, con dedicatorias de 10 a 11. Aquí no se pide, se sugiere. Y hoy, la fecha me sugiere que dedique la entrada del día a felicitarle su cumpleaños a una lectora un poco especial. Ella recorre este blog incansablemente desde el post #1, y ya van 587. Aguanta estoica las idioteces diarias y mi dudoso sentido del humor. A veces, viste falda, blusa y gafas de pasta para darme en los dedos con su regla de metal, por el uso fantasioso que hago de la gramática española -después de veintidós años en España, tengo que asumir que nunca hablaré del todo perfecto-. Y de vez en cuando amenaza con pegarme con una guitarra española como siga dándole tanto protagonismo a la música punk rock. Demasiados Sex Pistols y otros descerebrados punk, suspira, resignada… Cuanta paciencia tengo tiene…
Así que si no te importa, creo que se lo merece. Venga, ponte en pie y a cantar conmigo: Happy Birthday to you, happy birthday to you, happy birthday to you Natalia, happy birthday to you…
Ya sé lo que vas a decir, el pedazo de vago del Fiouck que se piensa escaquear de mala manera. ¡Pues no! El tomate está en una forma espléndida; te va a contar la historia de esta canción y alguna que otra anécdota sobre ella. No hablamos de cualquier canción, sino de uno de los grandes clásicos de la tradición popular occidental. Lo quieras o no, como mínimo una vez al año la escuchas, porque siempre hay un cretino para cantarla, incluso cuando cumples dolorosa y fuckamente medio siglo –ver esta entrada en la que yo hacía de calimero cincuentón-.
El origen de la canción remonta a finales del siglo XIX, aunque algunos tiquismiquis a los que les gusta enredar la sitúan incluso antes. Eso sí, es indudablemente anglófona. La melodía se atribuye a dos hermanas de Louisville, Kentucky, Patty y Mildred Hill, ambas profesoras de primaria. Se inventaban con frecuencia cancioncillas y nanas para sus alumnos, en especial una, de 1893, que servía para saludarse por la mañana: Good Morning To All. El objetivo era que fuera fácil de cantar para unos niños todavía medio dormidos: Good morning to you, Good morning to you, Good morning dear children, Good morning to all.
Tan fácil de recordar que los adultos se hicieron con ella al poco de escucharse en la escuela. En 1912, un artista –cuyo nombre no ha quedado grabado para los siglos de los siglos- cambió la letra por la actual que conocemos todos, traducida a decenas de idiomas. Pero la autoría inicial se perdió, o no se recogió, así que cuando The Summy Company registró la canción en 1935, lo hizo en su propio nombre. A partir de ahí, es un despropósito escandaloso de copyrights.
En 1990, Warner Chapell compró The Summy Company por 15 millones de dólares. Chappell es, cómo decirlo, la división supuestamente encargada de velar por los derechos de autor de los artistas que representa Warner Music y otras discográficas. En realidad, se encarga de comercializar al mejor postor estos mismos derechos para un uso no estrictamente musical, léase en películas o spots TV por ejemplo. Desde entonces, Warner Chappell caza cualquier uso no autorizado de la canción, llegando a cobrar una cantidad miserable –en el otro sentido, tan abultada que da grima- para cada reproducción en corto o largo metrajes. Se habla de 10.000 dólares. Por una cancioncilla de cuatro versos prácticamente iguales, si no fuera por el nombre del o la afortunada del día en el tercero. Y Chappell dice que la canción no caerá en el dominio público hasta 2030. Vergonzoso. Yo siempre lo he dicho, estoy a favor de los derechos de autor –ya hablaré de ello otro día-, siempre y cuando haya creación. Aquí sólo hay apropiación. Casi indebida.
Así que, ponte de nuevo en pie y canta conmigo desafiando a Warner y sus sequitos de poca monta: Happy Birthday to you, happy birthday to you, happy birthday to you Natalia, happy birthday to you…
En el reproductor, encontrarás una particular versión de B.B. King, otra muy conocida de Stevie Wonder, la no menos famosa de Marilyn Monroe, y una que me hace gracia, de Darth Vader… Me cachis, no encontré ninguna de los Sex Pistols.
Cómo molaaan las versiones de Happy Birthday! Me quedo con la de BB.King! Y me parto con Darth Vader!!!
Jo! Seguro que esa chica es super joven, simpática, inteligente y con buen gusto para que la hayas hecho un post de felicitaciones…qué boniiiito 🙂
Es que ella todavía no lo sabe, pero es probable que le tenga que pedir el coche en breve, ya que por cuarta vez en tres meses, tengo que dejar el mío en el taller; de ahí que tenía que preparar el terreno:-)
¡jajaja! Ramones!! Oooouuh Yeah!!!
Enorme! Me parto…