En los últimos diez días, me han llegado tres llamadas de atención acerca de un nuevo grupo rock de Brighton, Royal Blood, en plan “Fiouck, escucha esto, it is the re-milk”. Brighton, para quien tiene cierta edad, es sinónimo de ciudad rock’n’roll por excelencia, allá por los 60’s, cuando Mods y Rockers se repartían soplamocos veraniegos a la hora del té, en unas playas atiborradas por bañistas con anorak y pantalón de piel de reno. Mola.

En principio no tengo porque desconfiar. Al fin y al cabo, los que me dan el soplo son amigos. Hasta hay un hermano en el lote, ¡sí, de mi propia familia, por dios! Así que acudo a la llamada. Me meto en youtube y escucho –procuro no mirar demasiado los vídeos y centrarme en el audio-. Claro, como siempre pido que me den pistas para el blog, no es plan ponerse a dudar, así que escucho. Como dice el refrán –me encantan los dichos en español, molan más que en francés-, a caballo regalado, no se le mira el diente; por lo que, de verdad, escucho. Son amigos –¡y un hermano!-, así que, creéme, escucho de te ni da men te. Es que más no puedo hacer, entiéndeme. Escuché todo lo que era humanamente posible escuchar.

Pues… como que tengo que repensar mis amistades, y hasta renegar de mi familia. A la primera escucha ya me dio el yuyu. Me entró la duda, pero sabes cómo es, …bueno… ya me sonará mejor mañana. Y a la mañana siguiente, le volví a dar…. Ays, cada escucha me reforzó en la idea de que me habían engañado. Odio que me engañen. ¿Alguien conoce el nº 902 de Tele Búlgaro?

Indudablemente las guitarras son rock. La batería también. Hay una energía que huele a esencia rock. Posiblemente hasta la intención. Pero al final, la voz les delata. Esto es rock para chicas pre-púberes. De estas que cuelgan posters de sus ídolos en frente de la cama, para la inspiración nocturna. A Royal Blood hasta les va a costar inspirar nada, muy sexy que no son, la verdad. Aunque a mi me da igual, ya no tengo edad para estos trances de papel, y los morenos peludos como que no son lo mío. Yo soy de bambina tierna y delicada.

De hecho, hay un dato que no miente. Porque ya te veo venir, este Fiouck no tiene idea de na’. Pero les delata –también- el nº de visionados en youtube. Teniendo en cuenta de que su primer disco es de agosto de 2014, que no les conocía ni su madre hace seis meses, si fuera rock del bueno de verdad, rock para decir “Royal Blood, la nueva revelación rock inglesa”, pues no estarían ya en cerca de dos millones de views por canción. Para llegar a tanto en tan poquito tiempo, hay que tener un público súper joven. Y quien dice súper joven no puede decir rock

Esto es como un teorema. El teorema de Fiouck. Royal Blood = jovencitos = pop music. Cero patato rock. Hala, mañana más.

[La única canción que destaca y podría dar el pego es la primera de las tres que te dejo, Figure It Out]