Taraf de Haïdouks – Of Lovers, Gamblers and Parachute Skirts

En las pasadas Navidades, puedo equivocarme –normalmente no pasa, no te acostumbres- pero no recuerdo haber leído o visto reportaje alguno sobre la caída de Ceausescu en Rumania, hace un cuarto de siglo justo, a raíz del levantamiento popular en la ciudad de Timișoara -como todo el mundo recuerda, ¿verdad?-.

Para los lectores más jóvenes del blog, tan sólo una anécdota para referirme a este simpático dirigente popular, muy querido por sus súbditos, sobre todo su mujer y algún que otro enchufado: cuando nacía un hijo tuyo, debías esperar seis meses antes de ir al registro civil para declarar el nacimiento. De esta forma, los bebes que fallecían antes –y eran muchos, debido a la falta de recursos crónica y las condiciones de higiene espantosas que reinaba en los hospitales rumanos- no aparecían en las estadísticas oficiales de mortalidad infantil.

No todo fueron llantos y lamentos cuando fue fusilado este p… miserable, payaso malnacido y ruin. Los que más se alegraron fueron los gitanos. Si de por sí la población rumana lo pasaba mal, los gitanos eran lo último de la fila en todo. Así que en enero de 1990, pocas semanas después de aquella liberación, se formó la jovial banda Taraf De Haidouks –pandilla de tunantes, en su traducción más literal- que pronto se convirtió en el grupo zíngaro más internacionalmente reconocido.

Taraf

Inicialmente compuesta de doce músicos, hoy cuenta con más de treinta, convertidos en todo un icono en su país de origen y para los de fuera, que, como yo, nos encanta esta música. Alegría y vitalidad pura –aunque sabe también ser grave y melancólica-, a mi me pone siempre de buen humor.

Traspasaron sus fronteras gracias a la labor del etnomusicólogo suizo Laurent Auber y el entusiasmo de dos belgas, gracias a los que la banda terminó firmando un contrato de distribución con el sello belga Crammed Discs en 1991. Dos años después, realizaron la BSO de la película Latcho Drom, del cineasta francés Tony Gatlif -hijo de padre Kabila y de madre Gitana-, y que cuenta el largo viaje de los Roms, desde el Rajastán indio hasta Andalucía, a través de la música, el canto y el baile.

A final de este mes se publicará el sexto álbum del combo, Of Lovers, Gamblers and Parachute Skirts, para celebrar sus veinticinco años. Te adelanto dos temas del disco, en los que se pueden escuchar los mismos violines y acordeones virtuosos, endiablados e incluso frenéticos. Una música que no envejece un ápice. Me chifla.

 

 

 

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