Tengas la edad que tengas, si te pones de puntillas para mirar hacia el futuro, vislumbras fechas que sabes van a marcar una etapa, de estas chungas sin retorno. Porque en el fondo, ninguna pinta bien, todas te recuerdan que te estás haciendo mayor, y que esto de Peter Pan es un cuento. Además, por mucho que las tengas más o menos ubicadas en el tiempo y te vayas preparando para el chaparrón, siempre hay alguna que te pilla desprevenido, en plan idiota babeando. ¿Un ejemplo? Ayer, mi hija, que vive en Londres, me manda un mail con un vídeo youtube de un artista acompañándolo con un “de parte de un amigo, se ha hecho fan de tu blog y cree que te va a gustar”. Je je.
Je je je…
No conozco al “amigo” en cuestión, conociendo a mi hija, seguro que es simpatiquísimo y muy buena persona. Además, si le gusta mi blog, un punto a favor. Juas. Lo que sí me preocupa es, venga ya, por qué haber elegido a un grupo de hace cuarenta años que yo no conocía, como tarjeta de presentación? Si ha sido una maniobra para pedir el coche para esta noche, me da a mi que va a poder caminar bastante. Me parto. Venga, te cuento el grupo en cuestión, para empezar el lunes con buen pie, no está mal.
Cymande. ¿Ves? Tú tampoco tenías idea, ¿verdad? Pues por lo que he podido indagar por ahí, forma parte de estos grupos de culto -de los que tanto me gusta alardear-, que, de no ser por convertirse en fuente de sampling para artistas de los noventa, pasaba totalmente desapercibido durante su corta vida. La banda se montó en 1970, en Londres -dónde, si no-. Eran todos músicos del caribe, Guayana, Jamaica y San Vincente. El nombre Cymande procedía de una palabra calipso –mezcla de criollo francés e inglés de las islas- que quiere decir paloma. Peace & Love, brother. Los descubrió por casualidad John Schroeder, productor muerto de hambre que iba detrás de un grupo de rock que no se dignó en presentarse en el estudio en el que les esperaba este señor, pero en el que sí estaba ensayando Cymande. Les hizo firmar en el acto un contrato, grabaron su primer disco, homónimo, con el single The Message, que llegó hasta el #20 de los charts UK, en 1972.
En tres años, de 1972 a 1974, sacaron tres álbumes de funk con raíces calipso, jazz, música africana, soul y algo de rock. Por desgracia, ante el nulo resultado de sus discos –económico se entiende-, a mediados de los 70’s se separaron para intentarlo cada uno por su cuenta. Por ahí se perdieron y sus discos cayeron en el olvido. Hasta los 90’s, cuando de repente apareció una corriente de simpatía hacia los tres álbumes. En este gremio, corriente de simpatía quiere decir sampling a lo bestia. Luego de nuevo desaparecieron. Hasta abril de 2014, fecha en la que me entero que mi hija tiene un amigo que me está desbancando como guía musical. Juas.
Hasta le dedicaste un post a mi «amigo» antes que a mí! Muy bueno por cierto no los recordaba! Me lo pongo at deep para estudiar!