Tenía ese CD en mi coche, desde hace tiempo. Hasta tenía puesto todavía el plástico. Quiero decir, era un CD de verdad, nuevo para más inri, no un soporte con mp3 descargados gratis de internet. Creía haberlo regalado hace tiempo, pero ahí estaba, en la guantera donde normalmente las bombillas de repuesto. Como ya estaba más que hartito de los discos que llevaba meses escuchando en mis pocos recorridos con coche, ayer dije, venga ya Fiouck, déjate de tonterías y ponlo.
Casi me doy una leche al querer quitar la mierda del plástico. Lamento el pequeño desliz semántico -el taco, coño-, pero yo creo que parte de la piratería musical se explica por el p… plástico que envuelve las cajas de los CDs. Creo que en la industria fonográfica, hay un encargado de inventarse el más retorcido de los plásticos, un infiltrado enviado por los más acérrimos defensores de la música por la cara para que dejes de comprarlos –los mismos que dicen que revender la música descargada es delito, pero compartirla no lo es; le cogeré el coche para compartir con mis amigos, a ver si el argumento sigue igual-.
Total, consigo sacar el CD de su caja y lo pongo. Melody Gardot sonando en el habitáculo del coche. El primer álbum de su carrera, Worrisome Heart. Claro que conocía a la Gardot, el nombre lleva años sonando con fuerza, y más de una canción suya habré oído por ahí. Sabía de la calidad de su música, su talento, por haberlo leído o por lo que me habían contando de ella. Wow. Me ha encantado, ya ha hecho bucle algunas veces el reproductor del coche. Con ello no quiero decir que es música sólo para conducir. Delante de la chimenea, o leyendo en la cama, o escribiendo un post, o mirándole a los ojos a una bambina guapa, también valdría, no lo dudo. Así que a la vuelta de cumplir con mis obligaciones profesionales/económicas/sociales, decidí ponerla en el blog. Se lo merece, y con creces.
Melody Gardot nació en 1985 en Filadelfia. La música era lo suyo, muy ecléctica. Escuchaba tanto a Duke Ellington como a Radiohead. Con dieciséis años ya estaba tocando, en lugares en los que no tenía ni tiempo de entablar amistades, por culpa del oficio de su madre, fotógrafa, que les obligaba a viajar sin parar. Melody iba para ser cantante y compositora. Y hoy lo es, aunque su carrera parece más fruto de una necesidad de salir adelante que de la realización de un sueño de niña.
Con diecinueve años, un tipo se saltó un semáforo en rojo con su 4 x 4 y arrolló a la joven montada en su bici. Estuvo meses al borde de la muerte, con la pelvis destrozada y múltiples fracturas por todo el cuerpo. Salió con vida de milagro, pero ella se alegra, por las oportunidades que le brindó esta experiencia traumatizante. Ella lo cuenta con una tranquilidad escalofriante, las altas dosis de morfina, la condena a muerte de los médicos que ella escuchaba a lo lejos, la pérdida del habla, el dolor, las interminables sesiones para aprender a caminar de nuevo. Hoy necesita gafas de sol casi de forma permanente, y anda con un bastón. Y sigue sintiendo mucho dolor por las secuelas del accidente. Pero es la vida misma. Durante su larga estancia en el hospital, un médico le sugirió que se auto-ayudara en el proceso de recuperación con musicología. Fue la clave.
Empezó a componer y escribir, tocar y cantar, mientras los fisioterapeutas y osteópatas hacían turnos para re-enseñarle lo básico. Como no podía sentarse frente a su instrumento de toda la vida, el piano, aprendió la guitarra. Cuando por fin salió del hospital, se metió en un estudio y grabó seis canciones que publicó en un EP. Prometedor, recibió elogios de los medios y un público todavía restringido.
En 2008 sacó el álbum que yo tenía todavía precintado en el coche, Worrisome Heart. Música jazz de una indudable belleza, como en los viejos y buenos tiempos. Claro que es una tentación relacionarla con Diana Krall y Norah Jones, las otras voces jazz del XXI. Pero a mi me gusta compararla con Fiona Apple. En el fondo la frontera entre ambas músicas o artistas es tenue. La segunda es tal vez más rock, por cómo canta, con las tripas. Pero ambas interpretan su música con el corazón, para no olvidar que vuelven del mismísimo infierno. Las Santas Hermanas del Milagro.
Venga, date un respiro, escucha estos pocos temas de Worrisome Heart. Y todo lo que puedas de ella, es música de «la bonita», muy bonita.
[La foto no es del disco, pero quise rendir un pequeño homenaje a su lucha de años atrás, publicando un retrato suyo donde sale sublime, guapísima. También he añadido la canción Our Love Is Easy, de su segundo álbum, My One And Only Thrill, magnífica].
Escucha algunos temas de Worrisome Heart, de Melody Gardot. Y Our Love Is Easy
Qué delicia de mujer. Su segundo álbum, me gusta aún más: My One and Only Thrill. Pude escucharla en directo cuando vino en Madrid allá por el 2009, y me impresionó la fuerza y la clase que tiene la Sra. Gardot. Por cierto, su último trabajo es The Abscence, es el más elaborado de todos: muestra una diversidad de ambientes ambientes geográficos Marruecos a las calles de Lisboa, playas de Brasil,etc,etc Te dejo una deliciosa versión de La Vie En Rose, por la grandísima GARDOT.
Ays La Vie En Rose, intemporal hino al amor…