Len Barry. Corte de pelo liso a la Al Gore, mandíbula inferior prominente “John Wayne style”, sonrisa “powered by Clark Gable”, cuerpo copiar/pegar de Joe Montana. Len Barry, un digno representante yankee. Del club de fútbol no, del pueblo. Blanco reluciente, impoluto, no fumador, católico, anti rojo, velador de los derechos del republicano indefenso. El pobre hombre, ante este panorama desolador, tenía poca posibilidad de triunfar en el diabólico mundo de la música popular. Y, cierto es, no triunfó.
Pero dejó huellas. Seamos sinceros, mejor dicho, sé sincero, Fiouck, si le dedicas un post, es porque algo bien ha hecho y además sabes que, quitando su aspecto físico, el resto del perfil de Len Barry más arriba es fabula tuya. Len Barry ha hecho cuatro cosas bien. Ahí van.
Primera cosa bien hecha. Iba para jugador de fútbol, pero se dejó seducir por la música, después de pasar el servicio militar cantando con la banda de los coast guard. Con dos c… imbalos. Decisión meritoria si comparas los goles legendarios y las canciones intemporales. No hay color. Yo recuerdo los dos goles de Zidane en la final del 98 –yaaaaaa, no me digas más-, pero tengo en mente la melodía y la letra de decenas de canciones. Decenas.
Segunda cosa bien hecha. Montó The Dovells, una banda típica de principios de los 60’s, música + voces, un coro de tres chicos y un cantante principal -el amigo Barry-. En 1961, publican el single Bristol Pomp, una canción para bailar indudablemente buena, que vende un millón de copias. Luego sacan Do the New Continental, que sale en la BSO de Hairspray de John Waters. Y luego You can’t Sit Down, #3 del billboard en 1963. Y todo esto sin que yo los conociera hasta escribir este post. Esto siempre me ha merecido el mayor de los respetos.
Tercera cosa bien hecha, creó en su propio talento y capacidad para lanzarse en solitario. Leonard Borisoff, así se llamaba, se convirtió en Len Barry, el yankee caricatural. Y a la primera, la vencida. Compuso el tema 1-2-3, y tocó el cielo. Segunda canción en vender más de un millón de discos en menos de dos años para él. Segundo disco de oro. Este tema lo sampleará treinta años más tarde Edwyn Collins para su casi one hit wonder A Girl Like You. 1-2-3 tiene un no sé qué que me encanta, es agridulce, nostálgica. Len Barry tenía una voz preciosa, típica del estilo Blue Eyed Soul Singer.
Cuarta cosa bien hecha. Cuando vio que su turno había pasado como intérprete, empezó a componer. Pero no se conformó con sacar temas pop para novatos yogurines, no, indagó, viajó, se inspiró y plasmó su pasión por la cultura india –la de los Nativos en América del Norte, no los de Asia- en la producción de una canción instrumental para el combo The Electric Indian, llamada Keem-O-Sabe. Corría el año 1969. Muchos se refieren a este tema como el primer hit “disco” de la historia. Y no les falta razón, escúchalo.
Total, que del amigo Len Barry no sabía nada hace dos meses cuando escribí el post sobre Edwyn Collins. Pero al escuchar en aquella ocasión su canción 1-2-3, me había prometido sacarle un post. No sé, este tipo me gusta, tiene un algo especial. Tiene que ser un buen tipo. Que nadie me diga lo contrario.
Escucha 1-2-3, esa bonita canción de Len Barry
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