Joyce Sims – Come Into My Life

Domingo doce de abril; bostezo como si me quedasen todavía 205 entradas que publicar en el blog. Me entra la risa -del conejo-. Entre la astenia primaveral y el día de perros que toca, como que apetece cero patato estar aquí frente al mac para subir tu ración diaria de música. ¿No podrías simplemente no entrar hoy, como si tuvieras cosas súper importantes que hacer –tus ventanas dan un poco de vergüenza, francamente-, volver mañana tan pancho, y ambos miramos para otro lado?

Pesado. ¿Conoces Joyce Sims? Dicho tal cual seguro que no te evoca nada. ¿Come Into My Life? Ahora posiblemente algo de luz se está infiltrando entre las tinieblas de tu resaca. 1988, el mismo año que nacieron Rihanna, Adele, Conchita Wurst y Cristina Pedroche, para que veas si fue un año musicalmente importante, Joyce Sims publicó su único gran éxito, con el que se dispuso a conquistar el mundo de la música soul pop con toque latino.

Pues eso, se dispuso. En el vídeo oficial de Come Into My Life, se le ve con esa sonrisa especial que tiene la gente segura de haberle ganado la batalla al destino. Pero ella se equivocó de sonrisa, puso la de “el destino le dio un par de soplamocos a esta que se creía más fuerte”. Mala suerte, las prisas en el camerino, seguro.

Joyce Sims

Para resumir, después del hit, desapareció. Y eso que la canción era realmente buena en su estilo. Además tenía mérito: antes de llegar a la fama, era madre soltera, pero lograba compaginarlo todo con el pequeño estudio de cuatro pistas que se había instalado en su casa para componer la casi totalidad de sus canciones. Brilló lo que dura un single y luego se apagó.

Y reapareció el año pasado con un nuevo disco, All I Want Is You. Bueno, reapareció es un decir, ya que para reaparecer, alguien se tiene que percatar y como no ha sido el caso… ¿qué hizo durante estos 26 años? Y yo qué sé. Lo que sí sé es lo que no hizo, por ejemplo ir a la peluquería. Hoy luce una bola de pelo alrededor de la cabeza, parece una inmensa bola de billar perfectamente esférica que ni un tornado podría despeinar. Si acaso metiendo los dedos en el enchufe.

Pues eso, Joyce Sims. Come into My Life y All i Want is You, el destino es cruel. Venga tú, a levantar ese culo, luego a por el zumito –sin vodka-, y a misa.

 

 

 

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